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Las ojeras en los ojos de Senku eran notables, no esperaba que la conversación se alargara tanto. Perdieron la noción del tiempo y al final estuvieron horas, y cuando por fin se fueron a descansar en un abrir y cerrar de ojos ya había amanecido. Pero, mereció la pena. Recordaba perfectamente su risa cuando contó algunas anécdotas, quería verla reír de nuevo, y ver su rostro ansioso por escuchar sus historias.

—Senku-chan —Gen se acercó al científico arrastrando los pies. Una sonrisa decoraba su rostro —¿Qué hicisteis _______-chan y tú hasta tarde?

—No es nada de lo que estás pensando, Gen.

—Qué pena... pero vuestra relación va divinamente —le dio varios codazos en el costado.

No lo podía negar. Habían dado un paso en su relación, había conocido más de _______ y había tenido un momento inolvidable con ella. Deseaba que siguiera avanzando.

—Hola. —saludó la chica mientras bostezaba exageradamente.

—Buenos días, ______-chan. Te veo agotada, eso es lo que pasa por estar fuera hasta tarde.

—Gen —lo miró directamente a los ojos—, eres un chismoso.

—Nunca había estado tan de acuerdo contigo. —le apoyó el científico con una pequeña sonrisa cómplice.

—Definitivamente, ha avanzado mucho. Incluso os unís para ir en mi contra.

Se pusieron manos a la obra, tenían que trabajar duro para fabricar el globo aerostático.

La chica se unió al grupo que se encargaba de hacer el hilo. Se le hizo una actividad divertida y amena. Cuando creó bastante se lo llevó a Yuzuriha, quien se alegró de verla.

—¿Quieres aprender? —preguntó refiriéndose al telar. La joven se asintió entusiasmada. Atendió a las explicaciones de la castaña. Le pareció complicado, pero fascinante. 

Era algo que requería de paciencia, y sobre todo tiempo. Por ello, la castaña pidió al equipo de ciencia una nueva herramienta.

______ estuvo todo el día haciendo hilo y trabajando. Continuó haciéndolo incluso en la noche. Cuando pensó que ya era suficiente paró. Se levantó y cargó con todo el hilo que había hecho para llevárselo a la castaña.

Al llegar al lugar, ya no estaba. Dejó todo al lado de la gran máquina.

Sus sentidos se pusieron alerta al ver a cierto chico caminar tranquilo en la oscuridad. Su silueta era bastante reconocible por su cabello. Comenzó a seguirlo para ver qué hacía.

Sigilosamente y escondiéndose donde podía fue tras él.

Tras unos minutos el chico se detuvo. ______ reconoció inmediatamente el lugar; era donde estuvieron hablando la noche anterior. El científico miró a los alrededores buscando algo.

A ella.

No se lo podía creer. No se creía que él estuviera buscándola, debía haber otros motivos. Se ocultó cuando dio media vuelta. Pensó en marcharse y hacer que no había visto nada, sin embargo, sintió la necesidad de quedarse. 

Sonrió malévolamente.

Se mantuvo inmóvil, atenta a los pasos del contrario. Cuando vio que era el momento perfecto levantó su pie derecho, el cual se interpuso en el camino del científico provocando que este cayera.

La artista rio ruidosamente. La postura de Senku al caer siempre le había causado gracia, como todas sus extremidades estaban extendidas, como si se hubiera estampado contra el suelo. Hacía tanto que no lo hacía; le traía recuerdos del instituto.

—Te la debía por el susto del otro día—comentó situándose frente a él.

Senku se mantuvo callado, llamando su atención.

—Esta no te la perdono —su voz fue amortiguada por el suelo. Se levantó dejando ver en su vestimenta una mancha marrón. ______ se quedó boquiabierta.

—Te juro que eso no estaba planeado. —juntó ambas manos jurándolo.

—Mira esto—estiró la prenda para que se viera perfectamente. Ella miró asqueada el excremento. Se sobresaltó al sentir la mano del rubio en su mejilla —. Me voy a lavar. Nos vemos mañana, artista.

Con lentitud y repulsión llevó su mano a su rostro, acariciándolo con miedo. Lo notó húmedo, y el olor comenzó a llegar a sus fosas nasales.

—¡Senku, eres un asqueroso!

CIENCIA VS ARTE [SENKU x LECTORA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora