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Tras alejarse del barullo de la aldea Ukyo se detuvo, y seguidamente lo hizo Senku. No estaba seguro sobre de lo que el chico sonar quería hablar. Sin embargo, sabiendo que era el mejor amigo de la chica, se hizo una idea aproximada.

—¿De qué querías hablar conmigo?

—Te quería agradecer— Senku relajó sus brazos, los cuales estaban en sus caderas —. En un principio _______ no hablaba con nadie, solo con Tsukasa. Solo cambiaba su expresión cuando estaba con él; era su refugio. Al final nos hicimos cercanos, ahora es una persona muy importante para mí. Cuando pasó lo de Tsukasa tuve miedo de que cambiara, sin embargo, tu presencia la ha mantenido en pie.

Los ojos sinceros de Ukyo brillaron, como si se hubiera emocionado con sus propias palabras.

Senku ya había escuchado la historia de la boca de Yuzuriha, pero la situación había cambiado, la artista tenía a muchas personas maravillosas a su alrededor.

—Eres un buen amigo —Ukyo bajó la mirada —, pero te equivocas en algo. No es mi presencia. Ahora conoce a mucha gente, y cada vez tiene más confianza en ella misma; eso es lo que la mantiene en pie.

—Tienes razón.

Regresaron a la aldea. ______ no más verlos se acercó.

—¿Dónde os habíais metido? —los había estado buscando por todas partes, se había comenzado a preocupar.

—Nada. Ukyo me ha puesto al tanto de la situación. — la joven entrecerró los ojos, no creía en las palabras de Senku.

Dio media vuelta en dirección a la aldea.

—Están preparando la cena. Vamos.

◦◦◦

______ devoró la deliciosa cena que los habitantes de la aldea prepararon. La mujer mayor sonrió al ver cómo saboreaba cada trozo de comida.

De un momento a otro y sin saber cómo, surgió una conversación con las chicas que estaban comiendo a su lado.

—¿Senku está divorciado? —abrió los ojos atónita.

—Se divorció minutos después de casarse— una de las hermanas comentó.

—¿Qué? —Conociendo al científico podía asegurar que detrás de aquel matrimonio había otra intención. 

—Seguro que vuestro matrimonio dura más. —dio gracias de no estar comiendo ni bebiendo nada en ese instante, sino se hubiera atragantado. Sintió el calor extenderse por su rostro.

—¿Perdona? —las chicas rieron. 

Observó a Senku, quien estaba al otro lado del fuego. Suspiró aliviada al ver que no había escuchado nada.

◦◦◦

—¿Quieres dar otra vuelta en globo? —Senku sonrió con sorna, conocía perfectamente la respuesta de la artista.

—Esta vez me quedaré en tierra firme. Además, me hace ilusión ser del equipo de exploración —dijo en voz alta mientras caminaba junto a Ukyo. 

Chrome caminaba unos pasos detrás de ellos. La joven no dejaba de mirar de reojo a su amigo, quien comenzó a sentirse incómodo. 

—¿De qué hablasteis ayer? — preguntó en voz baja. Ukyo rio suavemente.

—Sabía que lo preguntarías. — Si de algo estaba seguro era de que era bastante chismosa.

—Solo era curiosidad —hizo un puchero.

Caminaron durante un buen rato, Ukyo y ella trabajaban juntos para hacer el boceto del mapa lo más detallado posible. Ukyo localizó con su gran oído a un grupo de cabras. Ambos tomaron sus arcos y se posicionaron.

—¿Derecha? —preguntó la chica. Estaban acostumbrados a cazar juntos, y siempre decidían de aquella manera de que objetivo se encargaba cada uno.

—Toda tuya. — _______ asintió decidida. Tensó la cuerda del arco y apuntó al animal. Aspiró, y cuando ya se sintió lo bastante segura aflojó sus dedos. La flecha dio en el blanco. 

Se acercaron a los animales que yacían en el suelo para recogerlos. Tras ello se reagruparon y con gran lujo de detalles trazaron el mapa. Fue un gran trabajo en equipo.

◦◦◦

—¿Alguna vez te imaginaste cazando? — Senku tomó asiento junto a ella con su pedazo de carne en la mano. La joven lo observó y alejó la comida de su boca para poder responder apropiadamente.

—Nunca en mi vida. —confesó con total sinceridad. —¿Alguna vez te imaginaste que el mundo se convertiría en piedra?

—No me lo planteé. —sonrió. —¿No echas de menos tu vida antes de la petrificación?

—Lo que más extraño son las comodidades. Pero... estoy feliz de poder haberlos conocido. —su mirada pasó por Ryusui, Chrome, Ukyo, Kohaku, para finalmente volver a fijarlos en los bonitos ojos color rubí de Senku.

¿Cómo hubiera sido su relación sin petrificación? Había cambiado, eso estaba claro. Aunque seguían molestándose entre ellos, mantenían conversaciones personales y cada vez eran más cercanos. No lo iba a admitir en voz alta, pero le gustaba eso.

—Artista —sacudió su cabeza deshaciéndose de aquellos pensamientos. Senku la había llamado varias veces —. Casi me desgastas con tu mirada, y eso que dijiste que ya no te gustaba kukuku.

______ no respondió. Agachó la cabeza para evitar que el rubor en sus mejillas fuera percibido por el rubio.

Su corazón latía rápidamente. Cada vez era más difícil ocultar sus verdaderos sentimientos.

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CIENCIA VS ARTE [SENKU x LECTORA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora