Un Corazón Oscuro © #2 [✔]

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El nuevo comienzo

Me encuentro con mi padre. Él es un hombre alto, muy lindo de ojos zafiros y cabello castaño. Mi abuela es joven con cabellos dorados y ojos azules zafiro como los míos. Los tres estamos en el patio de su cabaña y me divierto jugando a el escondite con ellos, ya que es mi actividad favorita. Corro por todo el patio y me escondo detrás de un árbol. De repente, escucho detrás de mí un ruido extraño, me volteo y encuentro un hermoso lobo de color blanco y ojos azules. Me encantan los animales. El lobo se acerca a mí y deja que lo acaricie y es muy suave, pero huye al escuchar las voz de mi papá. Él se acerca a mí para cargarme, y así llevarme de vuelta a la cabaña.

«No es justo, yo quería quedarme a jugar con el lobo.»

—¿Te encuentras bien? ¿Te hizo algo ese lobo? —pregunta mi papá preocupado.

—No papá, no me hizo nada, ¿puedo salir a jugar? —le pregunto. Mi papá suspira y asiente en respuesta.

Corro de nuevo al jardín y veo a mi abuela sentada en el pasto. Me acerco a ella y me siento a su lado.

—Abuela, ¿puedes hacer aparecer flores para mí? —pido con una sonrisa en mi rostro.

Mi abuela tiene poderes y puede  controlar el agua, fuego, aire y tierra. Me encanta cuando hace crecer las plantas. Ella dice que algún día cuando crezca, podré hacer esas cosas.

—Claro, tesoro. —dice, sonriendo.

De la tierra comienzan a salir flores de diferentes colores, con fragancias exquisitas. Eso hace que me ponga muy contenta, ya que amo la naturaleza.

—Te amo, abuela. Prométeme que jamás me dejaras sola. —le digo, abrazándola y puedo ver que su rostro cambia a uno triste.

«¿Por qué está triste?»

—Yo también te amo, hija mía, no sabes cuanto te amo —dice, aferrándose más a mí.

Me encanta sentir sus abrazos tan cálidos. Mi papá llega y nos dice:

—Madre, ya es hora… 

«¿Hora de qué?»

—Jamás te olvidaré mi pequeña, Anna Leticia —dice poniendo su mano en mi frente y empiezo a sentir que mis ojitos se cierran y todo se vuelve oscuridad.

10 años después…

Abro los ojos lentamente, despertando de un sueño reparador. «¿A quién quiero engañar?» ¡No dormí nada anoche por estar haciendo tarea de la universidad! «¿Por qué escogí estudiar comunicación social?». Miro la hora en mi reloj, y abro los ojos como platos al ver que es tarde «¡Mierda!». Me levanto corriendo del incómodo escritorio en el que me quedé dormida. Apresurada, busco algo de ropa cómoda. Escojo unos jeans, una camiseta blanca y unas botas del mismo color. Me doy una ducha rápida. Me cambio, recojo mi cabello rubio en una cola alta, para tomar mis cosas y bajar a toda velocidad a la cocina.