Un Corazón Oscuro © #2 [✔]

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La organización

Sky

Luego de haber comido un rico sándwich de pavo, que estuvo exquisito, me dedico a ver la lujosa casa en la que me encuentro. Pero justo cuando pienso en examinar la sala, la puerta es abierta y unos pasos comienzan a retumbar en la casa. Una chica atraviesa el umbral de la entrada y llega como si esta fuera su casa.

«¿Quién es ésta?»

La chica es alta, por unas botas negras de tacón alto. Me ve con unos ojos avellanas de forma intimidánte, no puedo evitar ver sus labios rojos y  gruesos. Tiene una cabellera negra con morado hasta la altura de los hombros, que la hace lucir muy bien y tez morena; posee un cuerpo envidiable y va vestida con una falda de cuero y camisa de color rojo. Se puede decir que es hermosa.

—¿Quién eres tú? —le pregunto al ver como se acerca a paso firme y me  inspecciona con la mirada.

«Lo sé, soy hermosa.»

—Encantada de conocer a la gran Skyler. —comenta la chica con emoción—. Soy Turquía, amiga de Charles.

—¿Qué haces aquí? —vuelvo a preguntar a la defensiva.

Turquía cambia su sonrisa falsa amistosa por una más siniestra que me avisa de sus verdaderas intensiones.

«No puedes engañar a una mentirosa.»

—Solo vine a mostrarte la organización. —explica caminando en dirección a la salida, pero se detiene para verme de forma insitadora—. Y quizás integrarte.

—¿Integrarme?

—Así es.

Con un poco de duda, la sigo afuera de la cabaña. No sé porqué la extraña razón de que la esté siguiendo, pero algo en ella me causa intriga y más aún la dichosa organización en la que quiere que forme parte, pero nunca está de más desconfiar.

«¿Estoy loca por seguir a una desconocida?» Probablemente.

—¿Cómo sé que no intentarás matarme? —inquiero con desconfianza.

Turquía se detiene frente al auto, se  gira a verme con una sonrisa y comienza a reír.

«¿Cuál es el chiste?»

—Chiquilla si quisiera matarte. —sube su falda, dejándome ver una pistola pegada a ella con una liga, algo ingenioso. «Anotado»—. Ya lo hubiera hecho.

Ruedo los ojos para caminar y subir de mala gana a la camioneta; Turquía solo copia mi acción, para poner el vehículo en marcha. Veo por la ventana, admirando la naturaleza del bosque; el cual se me hace conocido pero no recuerdo exactamente de dónde. Busco en alguna parte de mi mente, pero siento una punzada de dolor al intentarlo. Un celular suena rompiendo el silencio y noto que es de Turquía; ella lo toma y atiende la llamada.