9. Pendiendo de un hilo

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Los días desde la última vez que hablé por mensaje con Yeosang han continuado normales, con la misma rutina de levantarme, ir a la academia, trabajar, dormir y así cada día hasta hoy viernes, ahora justamente, donde me encuentro saltándome las clases en la academia para asistir a mi primera cita con Yunho, mirando hacia la puerta de mi casa, escuchando el timbre sonar, siendo como veo en mi reloj puntual a la hora en la que hemos quedado, confirmándola una vez más por la noche cuando hablamos hasta altas horas por mensaje, despidiéndonos con una foto cada uno y el deseo de buenas noches, sonriendo ante el recuerdo, abriendo justamente así la puerta.

— No se si decir que me encanta como vas vestido o tu sonrisa —cierro la puerta a mi espalda, aceptando su mano —¿tienes hambre?

— Bastante la verdad —aprieto un poco mi mano contra la suya —¿dónde iremos?

— Es una sorpresa.

Mirándole a los ojos me gustaría decirle que no soy muy amigo de las sorpresas pero me contengo, decidiendo darle una oportunidad dado que es nuestra primera cita, algo incluso demasiado nuevo en mi vida al ser creo correspondido en sentimientos. Acercándome despacio, sin cerrar los ojos, uno mis labios a los suyos, iniciando un beso que dura lo que tiene que durar, yendo a su lado, dirigiéndonos hacia su coche perfectamente aparcado, subiendo en el momento en que me abre la puerta, sorprendiéndome por tal acto, abrochándome el cinturón después de cerrar la puerta, viéndole subir a mi lado, abrocharse su cinturón, poner en marcha el vehículo, conducir a donde sea que esa sorpresa tenga lugar.

— ¿Hay algo que te preocupe?

— Yeosang —miro mis manos —es mi mejor amigo como bien sabes y aunque él tiene novio siento que por mucho que nos esforcemos nuestra amistad está.. está..

— ¿Sientes que os estáis distanciando? —asiento porque así es —quizá deberíais pasar más tiempo juntos aunque el tenga a su novio y tu a mi.

— ¿Tan difícil es mantener una amistad aunque se tenga una pareja? —miro a Yunho, esperando por una respuesta —no tengo ningún secreto contigo y lo sabes. Se sincero por favor.

— No es imposible tener una pareja y una amistad pero quizá si algo difícil si uno o los dos no ponéis de vuestra parte para que esa amistad no se quiebre —detiene el coche, girándose hacia mi —vuestra amistad ahora mismo está pendiendo de un hilo Seonghwa pero podéis mantenerla. No porque tu mejor amigo tenga novio tiene que dejarte a ti de lado. ¿Ha pasado algo más para que pueda pasar eso?

Si, que estoy enamorado de mi mejor amigo.

Negando, compartiendo besos que yo mismo inicio antes de bajar finalmente del coche, le sigo desde que toma mi mano de nuevo, llevándonos hasta casa que se ve bastante acogedora, entrando detrás de Yunho a la misma, siguiéndole en todo momento, en silencio, quedándome sin palabras cuando frente a nosotros puedo ver un decorado algo surrealista, como si hubiese montado un fuerte con sábanas, lo suficientemente alto para caber los dos.

— Parecerá un poco infantil pero me apetecía organizar algo diferente a lo que se acostumbra normalmente —cada uno nos sentamos sobre un cojín —¿te gusta?

— Me encanta —sonrío sincero —no es que haya tenido muchas citas porque no las tuve en realidad pero de verdad me encanta Yunho.

Señalándome con un dedo, dándome a entender así que espero tan solo un momento, me quedo sentado viéndole salir de donde estamos, volviendo enseguida cargando con platos que por supuesto le ayudo a colocar, haciendo el mismo camino trayendo esta vez dos vasos y una jarra con zumo que sabe a sandia, que además está fresco lo cual le da mejor sabor, degustando su sabor, dejándolo sobre la bandeja que descansa entre los dos.

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