17. Tres días

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Hoy es el primero de los tres días que pasaremos aquí.

Yeosang desde hace un rato, una media hora después de subir de cenar todos en grupo, está en el cuarto de baño. Ya no se escucha el agua de la ducha caer, lo cual evidentemente me dice que ha salido, o se estará secando o lo que sea.

Sentado en mi cama, porque la habitación cuenta con dos camas individuales, reviso mis redes sociales mientras hablo con mi novio, quien ya se va a dormir, deseándole buenas noches, recibiendo una foto por su parte, enviándole una mia justo en el momento en que veo a Yeosang salir del cuarto de baño vestido con un pijama corto, metiéndose directamente a la cama con cierta dificultad.

— ¿Quieres que te ayude?

— No hace falta —deja las muletas a un lado, sentándose —sigue hablando tranquilo con tu novio.

— No estoy hablando con él —salgo de mi cama.

Acercándome a su cama le ayudo, viéndole más que nada como le cuesta subir la pierna escayolada, aún cubierta por una bolsa de plástico que le llega hasta la rodilla. Dejándola con cuidado sobre la cama desato la bolsa, quitándola con cuidado, procurando en todo momento no hacerle daño, que se sienta incomodo.

Mirándole a los ojos me doy cuenta de la cercanía de nuestras caras, sonriéndole mientras me alejo, sentándome en su cama.

— ¿Qué haces? Deberías ir a dormir, es tarde.

— No tengo sueño —me siento bien, cruzando mis piernas —¿tu tienes sueño?

— Poco.. pero quiero mi cama para mi solo Seonghwa —mira mi cama por un momento —no deberías estar en mi cama. Tienes novio y tu y yo solo somos amigos ¿recuerdas?

Otra vez esa definición, esa palabra que solo dice que somos y siempre seremos amigo cuando sabe mis sentimientos aún teniendo novio. Cuando no conocía a Yunho sentía lo mismo por Yeosang y se perfectamente que él me corresponde porque me lo ha confesado.

Sin importarme nada más que mis sentimientos, aunque haga mal, me inclino con cuidado de no tocar su pierna, viendo como me mira por unos segundos. Cerrando los ojos tan solo me dejo llevar, uniendo nuestros labios, siendo correspondido aunque la tensión en Yeosang se note demasiado en él. Moviendo mi mano hasta su cuello no son muchos los segundos que tardo en profundizar la unión de nuestros labios, acariciando con delicadeza su lengua con la mia, inclinándome de tal forma que ahora me encuentro recostado sobre su cuerpo, con sus manos en mi cintura, sus labios moviéndose acorde con los míos, intensificándose cada vez más el beso, las miles de sensaciones y los sentimientos que ya estaban despiertos en mi.

Con mi mano aún en su cuello no tardo en deslizarla entre sus mechones, sintiendo las suyas apretando mi camiseta con tal fuerza que incluso en mi piel siento clavarse sus dedos.

Mi corazón late tan fuerza incluso cuando me separo un poco, soltando esos labios que querría disfrutar por horas, siendo detenido por Yeosang en mi segundo intento de besarle, siendo fallido esta vez, empujándome lejos de su cuerpo, casi cayéndome de la cama en esa acción.

— Esto no está bien Seonghwa —se tumba dándome la espalda —tienes novio y no puedes serle infiel conmigo, tu mejor amigo cuando está claro que no me quieres igual que antes. Vete a dormir y olvidate de todo esto. Es lo mejor para ti, para mi y para tu novio que dudo esté feliz de que su novio le sea infiel. Buenas noches.

Verle estirar el brazo, quedándonos a oscuras en cuestión de segundos me hace comprender que realmente es sincero cuando ha dicho eso.

Bajando de su cama con cuidado de no tocar su pierna regreso a la mia, sintiendo una punzada en mi pecho, en mi corazón en cuanto me acuesto, incapaz de dormirme en lo que va de noche ni de dejar de pensar en esas palabras que tanto me han dolido, más por la verdad en cada una de ellas.


Ahora que es de día no sabría si decir si me duele más el cuerpo o la cabeza por haber estado toda la noche despierto, pensando todo el tiempo en lo mismo. Levantándome despacio, bajando de la cama, voy hasta donde mi ropa está, cambiándome en la habitación con cuidado de no hacer ruido porque Yeosang sigue durmiendo, saliendo no mucho después, cuando me abrocho mis zapatillas, yendo a desayunar aunque no tenga mucha hambre.

— ¿Yeosang no baja a desayunar? —niego, sentándome frente a la señorita Jang —¿os ha pasado algo Seonghwa?

— No —miro a mi profesora —solo que él sigue durmiendo y no he querido despertarle.

La señorita Jang parece conforme con mi respuesta porque no me pregunta nada más.

Levantándome me acerco a la misma mesa donde anoche cogí lo que quería cenar, siendo esta vez el desayuno, cogiendo un sándwich, zumo de naranja y una bandeja con fruta, volviendo a la mesa, comiéndolo en silencio, sin intención alguna de decir nada, ni cuando los demás se unen a nosotros, incluido Yeosang que al parecer ha podido arreglarse solo, pensando una vez más en todo cuanto sucedió anoche, en el sentimiento que se ha instalado en mi y parece no tener intención de abandonarme en ningún momento.

Hoy es el primer día y no se que tiene planeado nuestra profesora, pero yo tengo claro que sea lo que sea que hagamos no podre concentrarme ni dejar de pensar, ni de abandonar el lio emocional que ahora mismo hay en mi, siendo más un caos.

Terminando mi desayuno pido permiso para ir a mi habitación, yendo a paso rápido hasta allí, encerrándome en el cuarto de baño donde me cepillo los dientes, mirándome al espejo, pensando mientras veo mi reflejo en si debería olvidarme de Yeosang y quedarnos como amigos, en si debería cortar con Yunho o simplemente hacer mi vida de forma solitaria y dejar de sufrir dentro de este laberinto de emociones en el que yo solo, sin ayuda de nadie me he metido, no pudiendo soportar más toda la presión que ahora mismo estoy sintiendo.

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