Dicen que polos opuestos se atraen, y que si juegas con fuego te quemarás, pero ¿que sucede cuando en vez de miedo sientes placer y deseo por comprobar si es cierto o no?
ADVERTENCIA:
Contenido:
↬ Escenas explícitas.
↬ Contenido sexual.
↬ Les ac...
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La tarde estaba muy tranquila, la gente al parecer debido a la fuerte lluvia había decidido quedarse en casa, otras había optado por salir a las calles a caminar bajo la lluvia cubriendo sus cuerpos con una sombrilla disfrutando de la lluvia, excepto él, el rubio se encontraba exactamente en ese lugar donde mucha gente se reunía a disfrutar de la lluvia en compañía de un rico café, sí, una cafetería. Desde pequeño había soñado con ser dueño de una cafetería donde la gente pudiera pasar un tiempo tranquila y olvidarse de los problemas un poco, no era muy mayor, pues solo tenía 20 años pero gracias a la ayuda de su abuela había logrando montar esa cafetería, la cual era su vida entera. Era un chico tímido, y era amante del silencio por lo que amaba estar en su cafetería; a pesar de no hablar mucho con la gente, él se encargaba de atenderlas ya que no contaba con un empleado y no porque no tenía los recursos sino porque no quería.
—Sigo sin entender—. Murmulló el chico al otro lado de la barra donde se encontraba la caja registradora sin apartar la mirada del rubio. —¿Por qué no contratas a alguien más para que trabaje para ti? Digo, así tendrías tiempo de distraerte más e incluso de asistir formalmente a una institución en vez de tomar clases en línea.
El rubio le miró con una de sus cejas enarcadas dejando de hacer una taza de café. —¿Para qué voy a necesitar un empleado y darle la mitad de mis ganancias cuando tengo un amigo que lo hará sin cobrarme?— Preguntó colocando la taza de café sobre un pequeño plato a juego con la taza para después dársela al pelipúrpura frente a él. —Llévalo a la mesa seis, Wooyoung, gracias por tu servicio—. Le guiñó el ojo mientras reía apretando un poco sus labios sin dejar de mirar la divertida cara de su amigo.
A regañadientes tomó la taza y la llevó donde debía mientras maldecía al rubio durante todo el camino.
A pesar de que Wooyoung había conocido al rubio por casi ocho años, parecía conocerlo desde toda la vida. Al principio le había costado acercarse al chico por lo tímido que era, y le costaba abrirse mucho con él, así como lo es hacerlo con el resto. Él había estado con el rubio en sus momentos más difíciles como lo fue el perder a su padre cuando tenía solo 12 años, y el rechazo de su madre después de que su padre falleciera; así como había estado en los buenos momentos, uno de ellos fue el poder inaugurar su pequeña cafetería que le iba perfecto.
—Yeosang, no se te olvide que aceptaste ir conmigo en la noche—. Recordó Wooyoung mientras regresaba donde el rubio se encontraba.
—Creí que solo jugabas, sabes muy bien que eso de fiestas y cosas de esas que te gustan a mí no me van, aparte tengo que ir a ver a mi abuela—. Explicó buscando todas las excusas que podía, él no solía salir y menos si se trataba de fiestas.
—Lo prometiste, prometiste explorar más las salidas y cosas que son nuevas para ti, aparte hoy habrá una pelea subterránea, ya sabes—. Murmuró en voz baja refiriéndose a las peleas clandestinas que se llevaban a cabo de vez en cuando en un sitio que restó del mundo y Yeosang desconocía hasta ahora. —Escuché que pagan muy bien por pelea, quizás ahí encuentres tu verdadera pasión.
El ceño del rubio se frunció mirando al contrario con disgusto, no había manera alguna que las peleas fueran lo suyo, mucho menos si era por dinero, le parecía una total tontería.
—De eso no hay manera, lo mío no está en lo prohibido, lo prohibido no me llama la atención—. Replicó el rubio.
—Sí, sí como digas, pasaré por ti a las 10 de la noche, más te vale que estés listo—. Amenazó el pelipúrpura antes de salir de la cafetería dejando al rubio en total arrepentimiento por haber aceptado salir y "explorar" el doble mundo de wooyoung.
[...]
La música resonaba hasta dos manzanas de la calle, o al menos eso creía ya que no podía decir exactamente donde se encontraba, al parecer era una casa a las afueras de la ciudad. Había varios autos estacionados en el terreno baldío y gente a las afueras de la casa como también lo había adentro, la mayoría bailaba y otras solo bebían y conversaban, eso sin dejar atrás las que se besaban sin importarles estar en un lugar público.
Emprendieron camino hacia la casa, entraron solo dando el nombre de Wooyoung, lo cuál no le sorprendía al contrario ya que él solía meterse mucho en cosas cómo estas. Una vez que entraron a la casa bajaron unas escaleras, las cuales llevaban a un sótano; solo se podían escuchar gritos tanto de hombres como mujeres y como los puños se estrellaban contra la piel de otro.
—Yeosang, ahora regreso, iré por algo de beber—. Habló algo fuerte el pelipúrpura por el alto volumen de la música pero aún así le fue imposible escuchar, cuando quiso decirle que iba con él no pudo encontrarlo.
Caminó al rededor de lo que parecía ser el ring de pelea, estaba cubierto por una por redes de cuerda de unos 40 o 50 metros de alto. En el, se encontraban dos personas, una que parecía estar en sus treintas y otra que le era imposible verle sus ojos, estaba justo frente a él, en su dirección pero el cabello le cubría más abajo de sus ojos; pudo percatarse de que su cabello era negro y solo tenía un mechón verde en el lado izquierdo. Tenía tez blanca, su cuerpo estaba bien trabajado y podía notarlo desde donde estaba ya que solo vestía un short deportivo y unas vendas enredadas en sus manos, tenía el abdomen marcado, y el sudor debido a la intensidad de la pelea bajaba por el antes mencionado, al igual que por su rostro.
—¿Qué haces?— Se preguntó al darse cuenta que se encontraba mirando al chico con detalle, sacudió su cabeza varías veces y retiró su mirada del contrario inmediatamente que observó como el pelinegro levando su cabeza haciendo una seña hacia él cuestionándolo si tenía algún problema por la manera en que lo observaba.
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Hola, bebés!¡
Siento un poco la demora es que estaba un poco ocupada, espero que les haya gustado el capítulo. Es algo corto pero lo hice con mucha emoción, skfnfnx.
Espero que les haya gustado el booktrailer dkfnf lo hice con todo el sudor de mis dedos.
