Dicen que polos opuestos se atraen, y que si juegas con fuego te quemarás, pero ¿que sucede cuando en vez de miedo sientes placer y deseo por comprobar si es cierto o no?
ADVERTENCIA:
Contenido:
↬ Escenas explícitas.
↬ Contenido sexual.
↬ Les ac...
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Después de que el rubio saliera de ese lugar San se quedó mirando al rededor observando como todo mundo lo miraba sorprendido. Este tipo de atención no le gustaba, no le gustaba por el solo hecho de que el otro era quien por lo regular obtenía esas miradas.
—Se acabo el show—. Pronunció el pelinegro y toda la gente comenzó a esparcirse hacia lo que fuera que estaban haciendo antes.
San limpió un poco de sangre que había salido de su nariz. Buscó entre la gente hasta encontrar aquella cabeza púrpura que se encontraba de regreso con una expresión de preocupación. Era por el rubio y eso San lo tenía muy claro, parecían conocerse de hace tiempo por la forma en que lo detuvo antes de que algo más le pudiera ocurrir. La mayoría del tiempo siempre llegaba a apoyarlo pero esta vez fue diferente. Espero a que llegara cerca de él.
—Sígueme.
Sin decir nada más Wooyoung comenzó a seguirlo, iba pensando en mil maneras para defender al rubio sin molestar a San, aunque eso sería prácticamente imposible. A él solo lo conocía de hace dos años pero había logrado tener el mismo nivel de confianza que tenía con Yeosang, por lo que lo conocía a la perfección. Conocía sus expresiones y ahora mismo tenía una neutral que ni él sabía describir. Llegaron al pequeño cuarto que tenían como oficina, ahí mismo se encontraba Mingi sentado en una de las sillas. Entró y se sentó mientras que el pelinegro se quedó parado observándolo.
—¿Lo conoces?— Preguntó sin dejar de mirarlo, el pelirrojo que se encontraba al lado de Wooyoung también lo miraba. —Te pregunté si lo conoces.
—Si..él venía conmigo—. Respondió encogiéndose de hombros, era su amigo y no lo iba a negar. —Pero es un buen chico, solo estaba molesto porque lo dejé a su suerte.
—Oh, y ¿como dijiste que se llamaba?
—Yeosang, se llama Yeosang.
—Bueno, vas y me le dices a tu amiguito Yeosang que no quiero volver a verle la cara o tendremos problemas ¿entendido?
—Estoy seguro que podrán ser buenos amigos, es solo que empezaron con el pie equivocado.
—Estoy de acuerdo con Wooyoung, el chico parece ser muy bueno, solo mírate la cara—. Bromeó Mingi soltando una carcajada provocando que sus ojos rasgados se cerraran un poco.
Wooyoung no pudo evitar reír junto a Mingi pero cambió su semblante al ver la cara de San que apreté de comenzar a hincharse les había lanzado una mirada de muerte.
—Se van los dos a la mierda—. Escupió San antes de tomar su chaqueta y salir de aquel cuarto.
Estaba de acuerdo, eso no lo iba a negar. Había podido golpearle la cara, el cual, para muchos de sus oponentes le era imposible. Soltó un suspiro y salió de aquel lugar dejando la fiesta detrás suyo. Comenzó a caminar a su motocicleta mientras sacaba de su bolsillo un cigarrillo y lo encendió; dio una calada sosteniendo el humo un segundo para después soltarlo junto con un poco de enojo.
