Dicen que polos opuestos se atraen, y que si juegas con fuego te quemarás, pero ¿que sucede cuando en vez de miedo sientes placer y deseo por comprobar si es cierto o no?
ADVERTENCIA:
Contenido:
↬ Escenas explícitas.
↬ Contenido sexual.
↬ Les ac...
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¡Choi! ¡Choi! ¡Choi! Era lo único que escuchaba a su alrededor el rubio quien miraba desafiante al contrario. Pudo esquivar el primer golpe pero el segundo fue directo al labio logrando que lo volviera a lastimar ya que previamente lo había golpeado en la misma zona, sintió unos golpes más en sus costillas perdiendo el aire por un segundo. Y cuando pudo retomarlo golpeó en el rostro al pelinegro, sus golpes ya no iban con tanta fuerza, la fuerza se le estaba por terminar y sentía que un golpe más y no la contaría, lo más seguro era que despertaría en el hospital.
—¡Choi San!— Se escuchó un grito a la vez que una mano sostenía el puño de San que estaba por estrellarse contra el rostro del contrario. Soltó el cuello de la camisa del contrario y miró al chico de cabello púrpura con el ceño fruncido.
—Yeosang ¿estás bien?— preguntó dejando a un lado a San quien estaba exaltado, su cuello subía y bajaba de tanta adrenalina.
—Estoy perfecto ¿no ves?— Respondió con molestia alejando la mano de Wooyoung que intentaba tocar una de sus heridas.
—¿Lo conoces?— Preguntó San mirando a ambos.
Wooyoung asintió. —Es mi amigo del que te había hablado—. Respondió con molestia.
Yeosang rodó los ojos y comenzó a abrirse camino entre la gente que lo observaba tanto con asombro como con agrado por haber tenido los pantalones para ponerse contra San, a quien la mayoría le tenía miedo. Wooyoung no dudó ni un instante para ir detrás suyo, no estaba en buen estado por los golpes, casi todo su rostro estaba lleno de sangre. Logró sostenerlo del brazo justo antes de que saliera de la casa.
—¿Que diablos hiciste?— Cuestionó Wooyoung mirando con una de sus cejas enarcadas.
—Yo solo me defendí, no sé a qué te refieres con que qué diablos hice.
—Sabes quien es San ¿cierto?
—Me da igual quien sea, no deja de ser una persona ordinaria con aires de grandeza solo por saber pelear. No me iba a dejar ridiculizar por él—. Dijo con molestia.
—No debiste empezar nada, Yeosang, pudiste haber quedado en grave estado.
—Y tú no debiste haberme dejado a mi suerte en un lugar desconocido para mí, Wooyoung.
—Creí que te adaptarías como siempre lo haces, no que armarías un show.
—Un show—. Rió con desagrado. —No sabía que el defenderse era un "show", en fin olvídalo.
—Está bien, lo siento, Yeo.
—Olvídalo, Wooyoung—. Respondió comenzando a caminar frunciendo el ceño por el dolor que los golpes comenzaban a causarle.
—Por lo menos déjame llevarte a la casa, no estás en buen estado.
—Puedo solo, no necesito de tu ayuda, Wooyoung. Disfruta la fiesta—. Se soltó del agarre del contrario para seguir su camino.
