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La mañana había llegado, el rubio se removió entre el incómodo sofá

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La mañana había llegado, el rubio se removió entre el incómodo sofá. Se sentó sobre esta y frotó sus ojos con ambos dorsos de sus manos, abrió por completo sus ojos y logró observar varias botellas de soju sobre la mesa de centro. Al otro lado, en un sofá aún más incómodo se encontraba San sentado en este, pero estaba inconsciente durmiendo plenamente. Yeosang soltó un bostezo y se levantó del sofá a la misma vez que sostenía su cabeza, tenía un leve dolor de cabeza. No solía tomar demasiado pero anoche lo necesitaba, estaba más tranquilo por lo sucedido la noche anterior. Caminó sobre las puntillas de sus pies para no hacer ruido alguno y caminó hasta el baño; hizo sus necesidades y se paró frente al espejo tomando uno de los cepillos de dientes nuevos que había ahí para cepillar sus dientes. Miraba su reflejo en el espejo y de repente un pequeño flashback le llegó a la cabeza, sus labios junto a los de San, la mano de San sosteniendo su cintura y acariciando su cabello. Sus ojos se abrieron de par en par y sintió el nerviosismo invadirlo.

Escuchó unos golpes en la puerta del baño, eran leves pero lo suficiente fuerte para sacarlo de sus pensamientos por el susto. Se apresuró a enjuagar su boca con agua, se secó la cara con una de las toallas y abrió la puerta haciendo una pequeña reverencia disculpándose sin hacer el mínimo contacto visual con el contrario. San frunció el ceño y buscó sus ojos, estaba algo confundido del porqué estaba actuando de esa manera.

—¿Te sucede algo?— Preguntó con algo de confusión.

—N-no no me sucede nada—. Respondió el rubio soltando una pequeña risa nerviosa.

—Bueno—. Una de sus manos hizo una seña para que el chico se hiciera a un lado y lo dejara pasar al baño.

Yeosang se movió saliendo por completo del baño y escuchó como San cerró la puerta detrás suyo, a este punto se estaba preguntado si aquel beso había sido un sueño o solo imaginación suya. Ayer había sido un día algo acelerado y quizás por la adrenalina era que se lo había imaginado. Se encogió de hombros y caminó hacia la sala de estar. Tomó todas las botellas vacías de soju y las sacó a la basura, no tenía nada que hacer y no tenía idea de donde estaba por lo que después de limpiar la pequeña sala de estar salió al patio frontal donde aquel supuesto beso hacia sucedido y se sentó en la orilla de aquel pequeño lago. Dobló un poco su pantalón hasta que llegaran a sus rodillas para poder meter los pies al agua.

El sonido de los pajarillos, y el viento que soplaba suavemente hicieron que Yeosang recargara sus manos sobre el luego y tirara un poco su cabeza hacia atrás cerrando sus ojos disfrutando de ese momento. De pronto se sentía en paz, sin preocupación alguna, le gustaba mucho ese lugar.

San sabía que el chico estaba reaccionando de esa manera por aquel beso, pero por alguna razón le gustaba verlo así de nervioso. Después de salir del baño miró como aquel rubio estaba disfrutando de lo bien que estaba el clima aunque un poco fresco. Se dirigió a la cocina y sacó de uno de los gabinetes unos paquetes de ramen; no habían comido desde anoche por lo que supuso que tanto el rubio como él morían de hambre. No solía cocinar a menudo, Mingi era quien siempre lo hacía, a pesar de parecer que no sabía ni hervir agua, era muy bueno en la cocina.

Mist (Ateez ;; Sansang ;; SanxYeosang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora