Capítulo 25.

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Jonny pov.

Al fin ese buen fin de semana en la playa termino y regresamos a casa, pero ahora David está molestándome...

- ¿pero por qué? –me pregunta David mientras intenta entrar a mi habitación. –si ya conozco cada centímetro de tu cuerpo.

-no digas esas cosas. –le digo algo apenado mirando que Alejo no escuchara.

-pero es verdad, somos novios y pues ya... pues eso! –me responde con una sonrisa pícara mientras alza las cejas. –no veo problema para que durmamos juntos.

-ya sé, pero vamos despacio... dame tiempo que me acostumbre, ¿quieres? –le pregunto mientras rodeo mis brazos en su cuello y le hago un puchero.

-imposible decirte que no, pequeño travieso. –me responde -creo que siempre voy a perder una discusión contigo.

-es bueno que lo sepas. –le digo mientras le doy un pequeño beso. –duerme bien.

-tú también.

Ahora solo encerrado en mi habitación miro mi repisa y veo a leo mi peluche que me regalo Albert cuando me pidió que fuera su novio, al lado de leo una foto de Albert junto a mí. Aun lo extraño y no sé porque siento que lo engaño, aunque el mismo me dijo que siguiera adelante...

-adelante y eso voy hacer, pero poco a poco. –le digo a la foto y le doy un beso. –ahora me voy a dormir.

Al día siguiente me levanto temprano para ir a estudiar y al salir de mi habitación me encuentro una sorpresa agradable David ya tenía listo el desayuno.

- ¿y esto? - le pregunto sorprendido.

-su desayuno caballero, ¿me acompaña señor Jonny Montero? –me pregunta mientras me acerca a la mesa y toma mi mano.

-con gusto le digo señor David Díaz. – y le tomo la mano y nos sentamos a la mesa.

David a preparado unos panqueques en forma de corazón y chocolate en leche, con fresas picadas.

- ¿te gusta el menú? – me pregunta, se notaba el brillo en sus ojos.

-sí, pero aún falta algo... la prueba del sabor. –menciono antes de tomar un bocado. –mmmmm esta delicioso. –le digo poniendo mis manos en mis mejillas.

-lo sé, cuando algo te gusta siempre haces eso de poner tus manos en tus mejillas porque te causa un cosquilleo en tus papilas gustativas. –me responde.

- ¿lo recordaste? –pregunto sorprendido.

- no solo eso, recuerdo que te gustan mucho los dulces, en especial los de sabor a vainilla o arequipe. Eres muy sensible, te gustan las comedias, te gusta mucho hacer ejercicios, pero no te gusta ver deportes te quedas dormido, etc.

-guao pareces conocerme muy bien.

-normal, eres la persona que siempre me ha gustado.

-gracias, espero también llegar a conocerte de igual manera. –le digo acercándome para darle un pequeño beso en los labios.

-uyyy, pero no invitan. –nos dice Alejo mientras sale de su habitación. –que rico se ve el desayuno. –expresa sentándose en el comedor con nosotros y sirviéndose panqueques.

-se nos acabó el momento de pareja. –se queja David.

-bueno, acabemos de desayunar y vámonos a estudiar.

-ok, yo tengo turno en la cafetería así que nos vemos más tarde. –nos dice Alejo, con la boca llena de comida.

-vale nos vemos amigo. –le digo saliendo con David hacia la universidad, tomamos su moto y no demoramos en llegar a nuestro destino.

Almas GemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora