Capítulo 7

106 6 0
                                    

- Soph-me dice Mariano, sólo él me dice así- perdoname, pero Mati y yo vamos a ir hoy a un recital, y tendríamos que ir yendo - dice, con culpa- ¿Querés que te acompañe a lo de tus tíos? O si querés podes quedarte con Martin, o él te lleva, o lo que quieras.

-¿Puedo quedarme? -pregunto, hasta con timidez.

-No hay problema -dice, levantándose de la cama. Me extiende la mano- vení.

Vamos hasta donde están Mati y Martin.

-¿Vamos, Mati? -le dice Mariano, Matias se levanta.

-¿Vos que vas a hacer? -me pregunta Martin

-Se queda, cuando volvemos vemos que hacemos -Mariano responde por mí- La cuidás, ¿ok?

-Sí, Marian -responde Martin, con tono burlón.

Matias y Mariano se van, quedamos Martin y yo.

Hablamos con la misma soltura y confianza que cuando éramos chicos. Vuelven las estúpidas nauseas, y me voy corriendo al baño a vomitar. Después de un rato, salgo, con la cara hinchada de tanto llorar. Martin me pregunta si estoy, bien. ¿Y que se supone que le diga?

Vamos al sofá que hay en el living, a hablar más tranquilos.

-Si te cuento algo... -le digo- ¿Me prometés que vas a guardar el secreto?

El levanta su mano y levanta el dedo meñique, para hacer en broma (o no tanto) el juramento que hacíamos cuando chicos. Se ríe un poco. Luego de que ambos sellemos la promesa, se me acerca un poco más, y me pregunta:

-Bueno, dale, ¿Qué pasa?

-Emm... -digo hasta con algo de vergüenza, y me llevo una mano al abdomen- vas a ser tío.

-¿En serio?

-Ajá.

Me abraza.

-Felicidades.

Después de unos cuantos segundos, nos soltamos.

-El pelotudo de Mariano me contó un poco lo de la fiesta -dice Martin- pero nunca me dijo que van a ser papás.

-Es que... él no sabe.

-¡¿Cómo que no sabe?! ¿Qué esperas para decírselo? -Exclama- se lo va a tomar mejor ahora, no esperes a que el embarazo sea demasiado evidente para decirle.

-Pero...

-No, tenés que decirle - agrega- Obviamente me vas a tener ahí, pero vas a necesitar a Mariano.

No sé qué decirle, básicamente porque tiene razón.

Seguimos hablando, hasta que vuelven Matias y Mariano, y nos quedamos en silencio apenas los escuchamos llegar.

Mariano insiste en que me quede a dormir, aviso en casa que me quedo a dormir "en lo de una amiga". Los cuatro nos quedamos en el living hasta eso de las tres de la mañana. Mariano me toma de la mano, y vamos a encerrarnos otra vez a su cuarto.

Martin me lanza una mirada, y yo le respondo con otra, a modo de "ni lo sueñes". No estoy lista para decirle a Mariano.

-¿Sigue en vigencia eso de ser novios?- bromea mariano- porque si mal no recuerdo, nunca rompimos, no oficialmente.

-Si vos decís... -digo, mientras lo beso.

Estoy senada encima de Mariano. Empieza a besarme cada vez mas apasionadamente, mientras sus manos recorren mi cuerpo...

-Mariano -digo, el sigue besándome, y lo separo

-¿Qué?

-Ahora no

-¿Por qué no?

-Por favor.

Hago cara de perrito, el suelta una risita, y yo le sonrío.

Me corro de encima suyo, y me recuesto, apoyando mi cabeza en sus piernas. El, con una mano, juega con mi cabello.

-¿Nunca pensaste en el futuro? -digo, con timidez- digo, nuestro futuro.

-¿Ese tipo de futuros en los que uno se va a la mierda, se casa, forman una familia?

-Ajá

-Todo el tiempo.

Mierda.

-Desde que te fuiste, lo único que podía hacer era sentarme y pensar en lo que podríamos llegar a ser alguna vez.

-Y... -farfullo-¿Te animarías a hacer realidad todas estas cosas, conmigo?

-Sí -dice, con una seguridad increíble- ¿Vos lo harías?

-Claro que sí, ¿Te animarías ahora?

-Cuando antes, mejor-suspira- No puedo esperar a pasar el resto di mi vida al lado tuyo.

Sophia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora