Mariano me toma de la mano, y con una seriedad intimidante, me lleva a mi cuarto. Cierra la puerta.
-¿Es verdad lo que escuché?- pregunta con la misma seriedad, asustándome más que nunca- ¿En serio vamos... - ahora pierde lo intimidante, sus ojos se cristalizan y hace esfuerzos para contener las lagrimas, mientras yo estoy lloriqueando- vamos a ser papás?
Lo único que hago es asentir con la cabeza.
El se lleva las manos sobre la cara (hasta por debajo de los ojos) puedo verlo llorar.
-No tenés que hacerte cargo si no querés -digo, aun algo asustada- yo puedo sola.
Mentira.
Mariano me pone las manos a los lados de la cabeza, y me acerca a él para besarme. Luego de algunos segundos, se separa de mí para decirme:
-Nunca voy a dejarte sola.
Me abraza y nos quedamos así un buen rato, soltando varias lágrimas.
Alguien golpea la puerta.
-¿Puedo entrar sin llevarme una sorpresa o un trauma? -dice Martin, desde el pasillo.
Le abro la puerta, y al verme llorando, me abraza.
-¿Le dijiste?-me susurra al oído.
-Sí
-Nosotros...- empieza a decir Mariano, dirigiéndose a su hermano.
-Sí, ya sé -lo interrumpe Martin- Felicitaciones.
-Voy a ir un rato abajo -aviso- los dejo a solas.
-¿Segura?- preguntan los dos al mismo tiempo.
-Estoy embarazada, no enferma-objeto- no veo por qué no puedo...
-Está bien -dice Mariano- pero cualquier cosa, nos avisás
-¿Ok? -pregunta Martin.
-Está bien
Cuando me estoy yendo, me piden que si encuentro a Mati, que le diga que suba a hablar con ellos. Mariano me repite lo mucho que me ama, le respondo, y bajo.
Estoy con Dani, Maca, y algunos amigos de ellas, que me caen demasiado bien. De la nada, aparece Mariano, y desde atrás, me rodea con sus brazos, mientras aprovecha que volteé la cabeza hacia él para besarme.
Dani aplaude como foca, y recién ahí es cuando me doy cuenta lo borracha que está.
Mariano me dice que están listos para grabar el videoclip (creo que ya mencioné que van a grabar el video de la canción que él me escribió, y lleva mi nombre, en mi fiesta de cumpleaños).
El plan era que todo quedara en el sótano, para preservar la casa (ignoro el hecho de mis tíos y mis tres primos más pequeños, que salieron a comprar vaya uno a saber qué cosa, y que iban a pasar la noche en lo de los padres de tío Lucas. Hasta donde sé, van a venir temprano) pero a eso de las cuatro, todos se aburren del sótano, y la mayoría terminamos en el patio trasero.
A eso de las seis de la mañana, con Mariano nos recostamos en el césped a ver el amanecer, atontados.
-¿Cómo van a ser las cosas? -Pregunto- digo, de ahora en adelante.
-No sé -suspira.
-Mierda.
-¿Qué pasa?
-En menos de dos semanas mis padres van a estar acá, y me van a llevar a Estados Unidos -recuerdo- Hay que buscar una solución rápida.
-¿Cómo qué?-pregunta- obvio que te podés venir a vivir conmigo, pero no creo que te dejen... ¿Tus tíos?
-Casualmente, son mis tíos, no pueden ir muy en contra de mis padres
-¿Qué pasa si les decís que te querés quedar, que te gustó el lugar, y todo eso? Acá ya sos mayor de edad, y ya no necesitás tutoría.
-¿Ahora sos abogado?-bromeo- puede ser, pero tengo que encontrar un motivo que los convenza.
-¿Y si dejamos esto para después?
-Tenés razón -afirmo- aprovechemos lo que tenemos ahora.
Y ahí nos quedamos, disfrutando nuestra pequeña eternidad.
Realmente, fue una hermosa fiesta de dieciocho, la mejor de todas.
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Sophia
FanfictionSophía y Mariano, se conocen desde que tienen uso de conciencia. Provienen de mundos completamente diferentes, pero eso nunca fue un inconveniente para ellos. Vivían una de las mejores historias de amor rompiendo las distancias y complicaciones, ha...