-¡¿Medicina?!- exclaman mis padres al unísono, incrédulos.
-Sí- asiento, mientras veo lagrimear a mi madre, al otro lado de la pantalla- Neurología Pediátrica
Este tipo de carreras conllevan entre 10 y 12 años de preparación; tiempo suficiente para formar mi familia, y más que nada, encontrar una buena excusa o explicación decente.
Ambos me felicitan por mi (falsa) decisión. Mariano está sentado en un punto de mi habitación, al que la cámara no alcanza, aguantándose las carcajadas.
-Podríamos hacerte entrar a Harvard... -dice mi padre, intentando regresarme a "casa"- Estudiarías con tu prima Marissa...
-No, me gusta Buenos Aires, ya tengo una vida acá - respondo indignada- A demás, ya me inscribí-vuelvo a mentir.
Luego de un tedioso rato, consigo finalizar la video-conferencia. Cierro la notebook.
-Al fin -bufo.
-Se lo creyeron todos -afirma mariano.
Nos miramos a los ojos, y unos segundos después, nos echamos a reír.
Este era el plan que ideamos Mariano y yo, y hasta ahora, todo resulta bien.
La cosa es así: hoy a la mañana, llegaron mis tíos a casa, y todos los invitados de mi fiesta de cumpleaños se fueron. Tía Anna dijo que Mariano podía quedarse, así que fuimos directamente a mi cuarto, a ver como seguíamos con esto. La idea es fingir ante mis padres que voy a estudiar acá, así no pueden llevarme a Estados Unidos, Mariano quiere llevarme a su casa, pero sigo sintiéndome una molestia.
Suena el celular de Mariano, un mensaje. Me explica que tiene que irse a ensayar, y luego de pedirme mil perdones, se va.
Así pasamos los siguientes días.
Empiezan las clases, y eso significa que la casa queda parcialmente vacía. Maca se va a recorrer Europa; Milagros, Micol, y los mellizos van a la escuela; Sol empieza a ir al jardín maternal (yo insisto en que aun es chiquita, y que puede quedarse conmigo, pero nadie me toma en serio); Tía Anna da clases de arte en una universidad, en una secundaria, y una escuela primaria (no sabría decir con exactitud a cual asiste en que día y horario); Tío Lucas es arquitecto, y hace un tiempo lo contrataron en una empresa, así que pasa un buen tiempo ahí. Yo siempre estudié en casa( excepto ese año que viví en San Isidro), e iba un año adelantada( por eso fui compañera de Martin y Mariano, que son un año mayores que yo), después del accidente, lo primero que hice fue seguir los estudios( como pude) y adelanté los años que necesitaba para terminar la escuela; así que no tengo nada interesante que hacer de mi vida. Llegué a conseguir que al menos un día a la semana, me dejen cuidar a Sol, en vez de enviarla al maternal. Martin y Mariano vienen los viernes por la mañana a mi casa, a pasar el rato, hacerme compañía, hacer estupideces, comer, y tal vez dedicar media hora a Freak Out y esos asuntos; después del mediodía pasamos a buscar a Mati al colegio, y de ahí vamos a lo de los Dominguez, ya que hay ensayo de la banda. Los jueves por la mañana vienen mis nuevos amigos (los que conozco gracias a mis primas, a Dani, a Mariano). Los miércoles, en teoría la casa es solo mía. Los lunes y martes, es mía y de Mariano.
Ya debe ser la tercera o cuarta semana de clases, martes. Mariano llegó a casa a eso de las 7:30, con una docena de facturas, pensando en el antojo que tuve ayer. Serán alrededor de las nueve, nueve y media. Estamos en el sofá, viendo una película de esas deprimentes que pasan en los canales altos.
-No puedo esperar a pasar el resto de mi vida con vos -dice mariano, y vuelve a besarme.
Empieza a subirse de tono. Cuidadosamente apoyo las piernas una a cada lado de Mariano, arrodillándome. Nos seguimos besando, y él empieza a intentar quitarme el vestido.
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Sophia
FanfictionSophía y Mariano, se conocen desde que tienen uso de conciencia. Provienen de mundos completamente diferentes, pero eso nunca fue un inconveniente para ellos. Vivían una de las mejores historias de amor rompiendo las distancias y complicaciones, ha...