Yoongi está enfermo.
Ha tomado un resfriado luego de que el día anterior a ambos se les ocurriese la no tan brillante idea de dejar a un lado el gran paraguas trasparente que los cubría de las gotas de lluvia y jugar con los charcos de lodo que se empezaban a hacer en el parque que estaba cerca al departamento que compartían.
–Hobi, no es necesario. Yo puedo–tose –hacerlo– tose – sin ayuda.
–Nada de eso. – Le reprende. Algunas veces su novio puede llegar a ser muy testarudo–A ver, abre la boca. –Refunfuñando como un gato enojado, el mayor obedece y deja que el menor le alimente. –Eso es. ¿Ves? No es tan difícil. – Yoongi le suelta un chasquido de lenguas mientras una risa socarrona se le escapa.
–Es suficiente. Quiero dormir.
–Está bien. Pero primero, un baño con agua tibia. – Yoongi parece a punto de revirar cuando Hoseok agrega. – Sin excusas.
Luego de que el menor dejara los platos usados sobre la loza, vuelve a la habitación que comparten desde hace más de un año para ayudar a Yoongi con el baño. Más fue una sorpresa que Yoongi no se encontrara acostado en la cama como cuando salió. Al contrario, el mismo se había despojado de su camisa blanca y ropa interior -lo único que llevaba puesto – y se había metido en la bañera.
–Min Yoongi ¿Por qué eres tan cabezota? –El peli castaño se despojó de la ropa y se metió en la bañera junto al de tez pálida. Haciéndose el mismo espacio, puesto que Yoongi no parecía querer que él estuviese allí. –Ven aquí.
Lo haló junto a él, metiéndolo entre sus largas piernas y embadurnándole al instante toda la piel con jabón líquido. Yoongi mantenía su mirada baja. Se veía cansado y somnoliento.
–Tranquilo, tranquilo. –Le susurró al oído para luego dejar un suave beso en la mejilla. –Pronto estarás entre las sabanas, cariño. Sólo espera unos minutos más, terminaré con esto en un momento.
–No lo entiendes, Hobi. –Alzó la mirada. Sus ojos parecían estar a punto de derramar lágrimas. –Siento que soy una carga para ti, que no puedo ser capaz de hacer las cosas sin sentirme agotado. Me siento inútil.
–No, no, no. No digas eso. – Le abrazó por la cintura, pegándolo aún más a su cuerpo, sintiendo al instante la cabeza del mayor reposar sobre su pecho. –No eres una carga para mí– Se separó del abrazo, esta vez, tomándolo de las mejillas y limpiando las lágrimas que ya habían empezado a brotar–Al contrario, es importante que ambos, tú y yo, tengamos el apoyo del otro cuando lo necesitemos. Para eso estamos ¿no? –Le sonrió, tratando de animarlo. Yoongi normalmente decaía emocionalmente cuando se enfermaba y Hoseok trataba de alegrarle cada vez que eso sucedía. – Además, te vez aún más tierno cuando enfermas. –A Yoongi se le salió un mohín que cautivó la vista de Hoseok, quien le besó castamente los labios abultados. –Ahora, dame una sonrisa. Ya sabes, de esas que me derriten. – Yoongi, con las mejillas rojas le hizo caso. Mostro esa sonrisa que dejaba a la vista sus rosadas encías y sus pequeños dientes. Sus ojos haciéndose más pequeños de lo normal. –Oh, cielos, Min Yoongi me acaba de sonreír –Exclamó el menor, exagerando su reacción con la intención de hacer reír a Yoongi. Lo cual funcionó. Una cansada carcajada se oyó de los labios del peli rubio.
–Te quiero.
–Yo te quiero más.
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Mi abrigo en el frío, mi paraguas en la lluvia(Yoonseok/Sope)
FanfictionHoseok y Yoongi se encuentran a diario en la parada de autobuses. Yoongi no conoce a Hoseok, ni Hoseok a Yoongi. Pero sólo una acción del menor hará que la vida de ambos se enrede en la del otro.