—Oye, ¿Mañana harás algo en la noche? —preguntó Paris al otro lado del teléfono y bostecé estirándome sobre la cama.Con mis ojos entreabiertos divisé la hora y eran pasadas las 7 de la noche.
—No, no creo hacer un carajo —contesté, recordé al enano follable y froté mi rostro—. Quizá, no lo sé, tal vez sí... De todas formas no esperes que te acompañe a algún pub o algo porque desde ya juro por mis huevos que no tengo ganas.
—Te estás volviendo viejo —rió y rodé los ojos—. Un cliente me regaló dos entradas para el concierto aniversario de esa banda ruidosa que te gustaba ¿Los quieres?
—Oh por Dios, ¿Tú quieres ir?
—¿Estás loco? Todos sudorosos y amontonados cantando a los gritos y estropeado mi atuendo y cabello, prefiero ir a un zoológico, suena más higiénico que un concierto.
—Tan putito —ironicé y lo oí resoplar—. Preferiría ir solo a tener que hacerlo con un quejoso como tú, rico mimado y elitista.
—Si no las quieres esta bien, las venderé ya que no son nada baratas o fáciles de conseguir por lo que sé. Además no deberías ir solo, aunque te de igual sigue siendo triste. —«Ni que me importara eso»— Y Christopher dijo que estará ocupado —«Como si fuese a aceptar mi estúpido hermano ir a un concierto, otro marica sin gusto musical»— y no tendrás con quien ir de todos mod... —Lo interrumpí.
—Sí las quiero.
—¿Ambas?
—Ajá. Ambas. Tengo a alguien.
Ni yo mismo podía creer esa frase y miré el techo varios segundos.
—Oh vaya... inusual. —Pude imaginar su inquisitiva mirada e hice una expresión de repudio.
—Cállate. Solo cállate ¿Va? —mascullé— ¿Estás en tu empresa? —Chasqueó la lengua varias veces, negando mi pregunta con sorna.
—Mmh, en realidad estaré algo ocupado... toda la tarde. —Oí la voz suave de otro sujeto y puse mis ojos en banco.
—No quiero saber detalles de nada. Solo dame las entradas mañana cuando estés libre —manifesté sin ganas.
—Pasaré de camino a una sesión de fotos por la estación del centro, cerca de las 17:30, ve y te las daré, junto a un lindo besit... —Colgué.
Sabe bien cómo hacerme enojar el idiota.
Froté mi rostro y estiré mis brazos apoyando mi cabeza sobre ellos.
—Sería divertido ir con el enano. —pensé en alto y busqué su número entre los pocos contactos en mi movil personal.
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EN EL ARMARIO (+18↔GAY)
Roman d'amourLa historia comienza con una persona huyendo de lo que lo rodea y encontrando finalmente refugio dentro del armario... No, no es metáfora, literalmente nuestro intrépido y fuerte protagonista se encontraba esa agitada mañana huyendo de su secretaria...