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Las vacaciones de fin de año estaban por iniciar ese viernes.

Marinette, como cada año, llevaba un canasto lleno de galletas de Navidad, del tamaño de su palma, para repartir entre sus compañeros, y dos termos de chocolate caliente.

Como las mañanas eran más heladas, la maestra les permitía un momento antes de iniciar las clases, para disfrutar de lo que llevaban para compartir y recuperar la temperatura, después del viaje a la escuela.

Alya y Nino la esperaban cerca de la entrada, en eso llegó el auto de Adrien, que bajó con una sonrisa al ver a sus amigos.

-Buen día, Nino, Alya.- los saludó.

-Hola Bro!-

-Buen día Adrien.- contestaron.

-Qué hacen?-

-Esperamos a Marinette, hoy dijo que nos traería algo especial para iniciar el día.-explicó Alya.

-Espero que sean galletas o brownies, amo los dulces que hace su padre.- agregó Nino con ilusión.

-Tengo una invitación para ustedes, mi padre hará una fiesta, y me permitió invitar amigos.-

-En verdad?- dijo Nino animado.

-Si, es verdad, planeo invitar a mis amigos más cercanos, si pudiera invitaría a toda la clase, pero no puedo, sólo serán mis más cercanos, ustedes, Chloe, Wayhem, y por supuesto Marinette.- 

En eso vieron salir de la pastelería a su compañera, con un abrigo y gorro rosa, su piel al contacto con la fría brisa, adquirió un color rosado, que a Adrien le pareció encantador. Cargaba un canasto con ambas manos, que a simple vista parecía pesado. 

Cruzó la calle concentrada en no caer, al lograrlo alzó la mirada esperando ver a Alya y Nino, pero ver también a Adrien la hizo desestabilizarse un poco, en eso una fuerte brisa le arrebató el gorro de lana. El rubio al notar que venía muy cargada, ya había comenzado a caminar hacía ella, pero al ver la escena, apuró el paso, para rescatar el gorro antes de que se perdiera rumbo al Sena.

Nino y Alya también llegaron junto a su amiga y le ayudaron con los termos de chocolate caliente, que era lo más pesado que llevaban. Alya con su habitual astucia, dijo que ella y Nino se adelantarían, y que ella esperará a Adrien que ya venía de vuelta con el gorro en la mano.

Marinette no alcanzo a contestar, aparte, el viento seguía soplando fuerte y helado, anunciando una ventisca, y había perdido una de sus coletas, pero al tener las manos ocupadas, no logró retenerla a tiempo, perdiéndola de vista, la segunda, la había retirado, y la tenía en la muñeca.

Adrien por su lado, logró alcanzar el gorro de Marinette al otro lado de la calle, y venía con él en la mano, apreciando su hechura, sintiéndolo vagamente familiar.

Al alzar la mirada hacia donde esperaba encontrar a sus amigos, solo vio a una figura, al distinguir mejor en medio de la ventisca que se estaba formando, pudo notar que era Marinette, de perfil mirando hacia el colegio, con su cabello suelto danzando al viento, sus mejillas sonrosadas, y un dulce sonrisa, cuyo secreto estaba dispuesto a descubrir, sin notarlo había dejado de caminar, para sólo seguir admirando mejor a su bella compañera. Sintió que su corazón aceleraba el ritmo, y la risa mal disimulada de Plagg entre los pliegues de su abrigo, lo que le hizo retomar el paso, para ir al encuentro de la chica.

-Hola.- dijo en cuanto estuvo a su lado.

-Hola Adrien, gracias por ir por mi gorro, no debiste...- dijo mirandólo entre medio de la danza de cabellos azabaches, que cubrían levemente sus hermosos ojos azules, por un momento Adrien la imaginó con máscara, recordando que era Multimause, pero sus cabellos oscuros le recordaron su propia máscara, y la vez que intercambiaron miraculous por accidente con su Lady...

-ehh claro que sí, si no se habría perdido, y es muy bonito.- dijo acercándose a ella y tendiendole el gorro. Ella torpemente levantó el canasto, haciendo notar que tenía las manos ocupadas.

-Oh disculpa, tienes las manos ocupadas.- dijo el rubio al notarlo.

Pero en vez de ofrecerse a llevar el canasto, simplemente, le acomodo el cabello a Marinette suavemente, y le puso el gorro, acomodando una última vez un mechón rebelde detrás de su oreja, dejando una suave caricia en su mejilla en el proceso. 

-Listo.- dijo con una sonrisa, orgulloso de su obra, pero aun asin apartarse de Marinette cuyas mejillas estaban ahora, aún más sonrojadas, haciendo que sus propios latidos se aceleraran más, junto al eco del toque de su piel, con la de  ella.

-Gra..gra gracias Adrien- atinó a decir casi en un susurro. - Tienes las manos heladas, deberías usar guantes... si no tienes yo podría hacerte unos.-sonrió ella.

-ohh si, los tengo aquí.- dijo sacándolos de su bolsillo y poniendoselos. - Pero igual, sabes hacer guantes?- 

- sí, yo misma me hice los mios y mi gorro y bufanda en conjunto-

Adrien la miró fijándose en sus accesorios, notando al fin sus manos.

-Ohh .- dijo este al notar el canasto aun ocupando ambas manos de su compañera . -Te ayudo con eso?- 

-No es necesario...- ya comenzando a avanzar hacia la entrada de la escuela.

-Claro que sí, se nota que pesa, dame.- insistió, y ella no opuso más resistencia.

Adrien y Marinette caminaron en silencio hacia el salón de clases, ambos con los latidos del corazón más acelerados, una conociendo bien la razón, el otro lentamente descubriendolo. 




Disculpen la demora en actualizar, he tenido muchos asuntos personales que enfrentar, y vacaciones que disfrutar... y una insolación que sobre llevar jajaja

Espero no me estén odiando mucho, abrazos a todos.



La serpiente y el ratón. [Aspik & Multimause]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora