25

670 87 10
                                    

Adrien estaba en pijama, pantuflas acolchadas y temperatura agradable en su dormitorio, escribía en su bitácora antes de que el sueño lo venciera, y con las horas pudiera olvidar algún detalle

No quería olvidar nada, incluso si era incómodo, como la sensación de querer estar aún más cerca de Marinette, aún añoraba ese suave beso que la azabache le diera a Aspik, ya todo ese momento parecía un sueño lejano, y aveces creía, que cada vez más inalcanzable...

Sentía que por cada avance, retrocedía diez pasos, no sabía bien como actuar, ni como Adrien, Chat ni Aspik, no quería agobiar a Marinette, entendía lo que estaba pasando con ella, y como en gran parte era su responsabilidad por comenzar algo con Kagami, que aunque no llegó a nada más que una leve confusión, fue suficiente como para cavar una fosa infranqueable en torno a la verdadera dueña de su corazón.

Suspiró frustrado, a pesar de bailar, de estar con ella, ya no sentía como antes, ya no percibía ese agrado profundo en ella por estar juntos, de hecho, apenas bailaron un par de canciones antes de que quisiera volver a reunirse con Alya y Nino, y aunque ella creía que era disimulada, se notaba que evitó volver a quedarse a solas con él toda la noche, y eso lo hería, ya no era la misma Marinette de hace un mes, y todo era su responsabilidad y de nadie más.

Suspiró frustrado, y enfocó su visión en la pantalla de su computadora, la cálida mirada esmeralda Emili le hizo dibujar una leve sonrisa.
"Madre, necesito tanto de tu guía y consejo ahora... Te he extrañado cada día, pero en momentos como éste, en Navidad y con todas mis emociones revueltas, se que un abrazo tuyo bastaría para sentirme mejor..." Volvió a suspirar apesadumbrado.

En eso estaba, cuando un leve estornudo, le llamó la atención, luego otro y otro.
-Plagg, estás bien?-

- eh? Si, sólo fue un leve achuuuuuuú!- y todos los cojines y almohadas de la cama, más las sábanas y cobertor salieron volando dejando a Adrien cubierto tras esa avalancha de ropa de cama.

- Plagg! Estás bien? -
- Creo que no chico, parece que me resfri achuuuuuuú!-

Adrien alcanzó a moverse antes de que ese estornudo acabará con lanzarlo lejos

Sass salió de su escondite.
- Joven amo, creo que es necesario llamar a la guardiana y llevar con ella a Plagg, necesita cuidados que un portador normal no puede darle-
Adrien asisntio, y comenzó a planear como ir con Marinette sin que sospechara que ya sabía su identidad.
En las condiciones actuales, no podría transformarse para usar el comunicador, y con Sass no sabía si Aspik tendría línea directa con Ladybug, y si está no se transformaba luego, por estar dormida, sería tiempo perdido, y Plagg ya había comenzado a temblar y delirar un poco con la fiebre.

- Dalilah, eres tú? Mi amada rueda de Camembert, mi luz, mi vida...- Adrien lo miro preocupado, y ya sin perdida de tiempo se transformó en Aspik, y con sumo cuidado, depositó a Plagg en un calcetín para mantenerlo abrigado (afuera la nieve ni había parado de caer durante las últimas horas) y dejándolo sujeto a su traje, se encaminó hacia la panadería de los Dupan-Cheng.

La brisa helada le golpeaba la piel de las mejillas, y sentía que sus labios se resecaban, al llegar, golpeó la ventana que daba acceso al dormitorio de Marinette.

Esperaba que Tikki saliera a recibirlo, si Marinette estaba dormida, pero nada pasaba, volvió a golpear a la vez que notó luz moverse dentro de la habitación, y a los pocos segundos, una despeinada y evidentemente sorprendida Marinette le abrió.

- Aspik? Qué haces aquí?-
- es una emergencia...puedo pasar?-

Marinette asintió y le dió espacio, Aspik se sacudió la nieve antes de inmiscuirse en la habitación de la joven.

- Tengo un problema, bueno en realidad, no yo, Chat Noir, él se contacto conmigo y me explicó que su kwami estaba enfermo, y debía buscar a Ladybug, me pidió que lo trajera por él, sin mostrar su identidad obviamente, pero no me dijo como encontrarla, creo que lo olvidó, por eso vine, por si sabías cómo llamarla o avisarle-

Marinette escuchaba todo con suma atención.
- Entiendo, yo sí, le avisaré, pero primero que todo, tienes a Plagg?-

Aspik asintió y con cuidado le entrego el calcetín dónde un afiebrado Plagg dormía entre leves gemidos.

La preocupación en el rostro de la azabache fue evidente.
- él también ...- susurró mientras le acariciaba la frente.

- Él también qué?-
La joven abrió mucho los ojos, y negó tratando de decir algo, pero sin lograrlo.

En eso un agudo estornudo atrajo la atención de Aspik, que fijo su mirada en la dirección en la que venía ese ruidito, y la vio, sobre la almohada de la cama de la franco-china la pequeña Tikki descansaba con un pequeño pañuelo en la frente. Ella también estaba enferma.

- ohhh...- fue todo lo que salió de labios de Aspik, quién tuvo que morder sus labios antes de dejar escapar el nombre de la kwami por temor a exponerse.

- yo, bueno yo estoy ayudando a Ladybug también, su kwami también enfermo, debió ser la escarcha, o eso cree ella, bueno, ella está investigando el libro de los Miraculous, así que me pidió que por mientras yo cuidara a Tikki, si, eso, yo estoy haciendo eso, nada más...-

Aspik la miró y asintió, sabía que era la mejor excusa que en tan poco tiempo pudo elaborar.

- Puedo ayudar?- preguntó

- eh yo, bueno, ayúdame a acomodar a Plagg, y buscaré otro trocito de tela húmeda para ayudar con la fiebre, esteee se supone que con algo de medicina y un mantra sus energías se reestableceran y estarán mejor por la mañana, si es que Ladybug consigue dar con la receta y mantra adecuado...-

- ya veo, qué te parece si te ayudo aqui arriba a mantener a los kwamis cómodos, mientras tú te comunicas con Ladybug?-

Marinette lo miró sopesando las posibilidades, no podía permitir que Aspik la viera consultar directamente en gran libro de los Miraculous, pero debía bajar a preparar la receta, no podía hacerlo en la cocina de sus padres, o podría despertarlos, por lo que planeaba hacerlo en la cocina de la panadería.

- Está bien, puedes quedarte y ayudar a que estén cómodos, yo ehhhh bajaré a llamar a Ladybug, ella es muy cuidadosa y no quiero ni puedo arriesgarme a revelar su identidad, aunque yo tampoco la sé, es sólo que tú entiendes...- trato de explicar

- Si, entiendo perfectamente, baja tranquila Marinette- le sonrió.

La joven tomó su teléfono, y tratando de parecer casual, se llevó consigo su mochila, aunque no necesitaba hacer, ya que Aspik imaginando sus intenciones le dió la espalda todo el tiempo tratando de parecer absolutamente concentrado en los cuidados de los kwamis.

Marinette dió una última mirada, antes de bajar y cruzar los dedos porque todo fuera bien, ni podía arriesgarse a dejar por mucho tiempo a París sin sus héroes principales.

Sería una larga noche.



La serpiente y el ratón. [Aspik & Multimause]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora