La serpiente y el ratón. [Aspik & Multimause]

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Una semana más había pasado, sin mucha novedad.

Dos ataques de Akuma que no necesitaron de poderes especiales, por lo que ni Multimause ni Aspik debieron ser convocados.

Adrien repasaba en silencio las respuestas a su examen de matemáticas, antes de entregarlo y salir del salón.

Hecho esto, se levantó y puso su examen en la mesa de la maestra Bustier, Max ya había entregado, así que serían sólo los dos afuera un rato.

Lo encontró concentrado en su celular.

- Hola Max.-
- Hola Adrien, tenía un 98.5% de seguridad que serías tú el siguiente en salir.- sonrió el moreno.
- Gracias por el voto de confianza.-
- sólo son estadísticas, Tú eres muy buen alumno, tus calificaciones están sobre el promedio.-

- En fin, Max, según tus estadísticas..
Podrás tratar de contestar una pregunta?-
- qué tipo de pregunta.?-
- una sobre comportamiento.-

- Podría intentarlo. -

- Ok. Si una persona sale en una cita con una persona, pero sin querer en un momento le dice el nombre de otra persona...eso estaría mal?-

- Fue un desliz o a propósito.-
- un desliz.-
- la persona que se equivocó...era un chico y la agraviada una chica.-
- si..-
- no necesitas estadísticas para saber que esa persona está en problemas. A ninguna chica, nunca, le podría caer bien ser confundida con otra, menos en una cita con intenciones románticas...era una cita?-

- algo así, creo, no estoy seguro ya .-
- le preguntaste a Nino?-
- Si, pero sólo hizo un gesto como si me diera el pésame.-

- Ya veo...esa persona eres tú, verdad?-
- si.-
- y las chicas involucradas Marinette y Kagami ?-
- como lo supiste?-
- es bastante obvio, es con las que más interactuas.-

- bueno si...-
- y dime, a Marinette le dijiste Kagami? ...o fue al revés?- dijo abriendo los ojos con interés.
- Eso tiene importancia?- preguntó el rubio.
- pues claro, Marinette suele ser muy comprensiva, ella probablemente se sentiría incómoda, pero lo entendería, en cambio Kagami tiene un carácter fuerte, y ese sería un agravio para ella.-

Adrien medito un segundo y le dio la razón.
- Hola chicos.-
- Hola Marinette.- saludó Max, mirado de reojo a Adrien que redirigia su mirada hacia ella.
- qué tal les fue? Estoy nerviosa con algunos resultados, no estoy totalmente segura de haber acertado...- medito.

- Marinette, conociendo tu desempeño académico, tienes un 95% de posibilidades de aprobar.-

- Gracias Max, siempre logras subirme el ánimo, aunque ahora sólo puede pensar en ese 5% que me quiere derrotada.- suspiró.

Adrien dejó salir una leve risa.
- Marinette, no seas tan negativa, todo estará bien, si llegas a fallar, yo con gusto te ayudo a estudiar. -

- muchas gracias.- dijo ella quedamente tratando de no sonrojarse. Había decidido ser sólo una amiga del joven, y ya pasadas semanas de su distanciamiento, de a poco se atrevía a volver a hablar con él comprobando que se le hacía cada vez más natural.

Max sólo observo todo con una ceja alzada. Adrien definitivamente tenía un 65% de posibilidades de estar confundiendo sus emociones, pensó.

Sabrina, Alía, Juleka, Iván y Nath fueron los siguientes en salir, siendo los últimos Rouse, Nino, Lila, Chiloé y Mylene.

Cada quién se reunió con su mejor amigo o grupito y comenzaron el periodo de receso.

Max tenía algo interesante que contar a Alix.

Esa tarde, Adrien volvió a tener entrenamiento de esgrima, Kagami llegó muy bonita ese día, una fina trenza en su costado izquierdo, un poco de labial, y aparentemente, máscara de pestañas. Adrien sonrió al verla tan bonita.
- Hola Kagami.-
- Hola Agreste.-

Adrien levantó una ceja. No acostumbraban a llamarse por sus apellidos, pero decidió seguir el juego.
- Me encuentro bien Tsurugi, gracias.-

Ella sólo sonrió y se alejó, mostrándose particularmente amable e interesada en el resto del equipo, lo que descolocó a todos ya que ella solía ser muy seria y distante.
Adrien en cambio se sintió feliz, Kagami al fin aprendía a ser amable y sociable, y eso los beneficiaría como equipo.

Al ver su sonrisa, Kagami se desconcertó. Según la aplicación que había descargado, sobre cómo atraer a un chico, lo aplicado para provocar celos no estaba siendo efectivo. Bufó molesta y entró a los camerinos a prepararse.

El entrenamiento terminó, y nuevamente se topó con Kagami al finalizar.
La joven estaba retocando el brillo labial, cuando el rubio llegó a su lado.

- Tsurugi.- saludó.
- ah...Agreste.- dijo ella intentando parecer despreocupada.
En eso se les acercó uno de sus compañeros, Stefano, que ya se retiraba.
- Hasta la próxima Adrien, Kagami.- dijo manteniendo su distancia, conociendo el carácter serio de la japonesa.

La chica sonrió, y sin pensarlo mucho se le acercó.
- Adiós Stefano, que tengas buena semana hasta nuestro próximo encuentro - y un poco tiesa, pero tratando, le besó la mejilla, al joven que quedó pasmado. Primero, porque Kagami solía ser muy fría, y segundo, porque todos sospechaban que ella y Agreste eran pareja o estaban próximos a serlo. Temía mirar al joven rubio y que este lo golpeara.
Pero se llevó una sorpresa, al comprobar que aunque se mostraba un poco sorprendido, Agreste sonreía complacido con la escena.

Stefano lentamente se apartó, para comenzar a correr a prudente distancia.

- Me agrada ver qué te estás llevando mejor con el resto del equipo Kagami.- felicito Adrien.
La japonesa bufó nuevamente. Definitivamente dejaría de descargar aplicaciones Randon. Ahora mejor buscaría ayuda profesional. Pero...de quién?

Esa noche, Chat Noir, visitando a Marinette, se jactaba de la excelente influencia que era él, para que otros se hicieran amistosos.
- Es un talento, sabes princesa? La gente con conocerme un tiempo, le basta para apreciar mejor la vida y ser más amables. - sonreía satisfecho de sí mismo.
Marinette lo escuchaba y reía por dentro. Si alguna vez quisiera suicidarse, le bastaría con saltar desde  el ego de Chat Noir. Esa idea la hizo reír un par de días.

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