La serpiente y el ratón. [Aspik & Multimause]

23

Había llegado al fin el día.

La Fiesta de Navidad de Gabriel Agreste, y Adrien no podría estar más ansioso.

Había decidido invitar a Marinette como acompañante, y aunque ésta se veía intimidada ante su ofrecimiento, había aceptado tímidamente.
También estarían Nino y Alya, como invitados de él, y hace poco se había enterado que Lila asistiría como parte de la empresa, ya que había sido parte de un par de sesiones fotográficas junto a él, sin mencionar a Chloé y su familia, que eran siempre cercanos a su padre.

Eso le inquietaba un poco, sabía que Rossi era hostil y ponzoñosa con Marinette, pero siempre lo hacía de manera solapada, por lo que debería ser sumamente cuidadoso y atento ante cualquier amenaza que ella representará para su noche especial, porque si, Adrien había decidido que esa noche sería su punto de partida para lograr conquistar a Marinette, y lograr su ilusión de convertirse en su novio.

Escribió en su bitácora secreta algunos detalles que no quería olvidar, y luego,
comenzó a alistarse para la noche.

Apenas estaba preparando su baño cuando un estruendo lo hizo ponerse alerta.
Plagg?-
- ay no, que contrariedad, y con lo cómodo que estaba...-

Adrien sólo negó tratando de disimular su sonrisa, antes de iniciar su transformación y salir en búsqueda de lo que había causado tan estridente escándalo, y no se sorprendio cuando se topó con un Akuma.

Étoile filante, una chica de traje dorado y blanco, con antifaz dorado opaco, transformaba todo a su paso en adornos navideños de los mismos colores de su vestimenta, haciendo del paisaje parisino algo más frío y solitario de lo que era.

Ladybug llegó a los pocos segundos después.

Étoile Filante no tenía un gran poder destructivo, pero sí una agilidad y rapidez que hacía muy díficil lidiar con ella, y menos, capturarla y liberar su Akuma.

Los jóvenes héroes lo notaron y tras una escaramuza bastante desgastante, se alejaron a un tejado.
- Esto es inútil!-
- Lo sé Chat, creo que necesitaremos ayuda-
- oh...-
- Tú vé por Aspik mientras yo distraigo al Akuma!-
- mejor, yo lo distraigo, soy bueno en eso, y tú vas por Multimause?- sugirió él gatuno.

Ambos estaban incómodos y nerviosos por la situación en la que se encontraban. Ninguno quería ceder.

- Chat, con Aspik tendremos mejores oportunidades!-
- yo creo que con Multimause, se multiplica y su tamaño es ideal para escabullirse entre los adornos- instistio Chat.

- Ok, vé tu por Aspik y yo iré por Multimause!-

Hecho!- y Chat salió de prisa sin rumbo fijo... Sólo buscando un lugar apartado donde pensar qué hacer, ya que la pulsera de Aspik la llevaba en el bolsillo.

- Joven portador, ocurre algo malo?- preguntó Sass al momento de saberse libre de miradas indiscretas.

- necesito tu poder, pero si llego sin Chat Noir, no sé cómo reaccionará Ladybug...-

- Entonces, porque no simplemente intenta con la fusión?-

Chat/ Adrien sonrió encantado con la sugerencia, cómo no lo pensó él antes?

-Sass, de lo que más te guste, tendrás doble ración hoy.- y con rapidez volvió a buscar a su Lady.

En su lugar encontró a Ladybug y fusionada con Multimause.

Está al verlo alzó una ceja.

Chat sólo tomó la pulsera e invocó la fusión.

- el portador de Sass no podía salir, hay una fiesta en su casa, muchos preparativos y estaba con vigilancia.-
- Multimause estaba igual, mucho trabajo así que bueno...- se explicó la ahora, semi moteada.
- está bien, vamos!!-

La batalla no duró mucho esta segunda vez, lo que les dio tiempo de sobra para calmar a la chica que había sido akumatizada, dejarla en su casa, y tener una breve charla.

- Fue una buena idea el fusionarnos...-

-Asi fue Chat, me recuerda que mañana iremos a visitar al pequeño Bastian.-

- Sí, no te preocupes, lo tengo muy presente.-

- Bueno, yo debo retirarme, tengo un compromiso-
- Entiendo Ladybug, yo también, y no sería agradable atrasarme-

Ambos se sintieron y se separaron, ya teniendo claro que se verían al siguiente día, aunque el gato bien sabía que en realidad, se verían apenas en poco menos de una hora.

Adrien ya en compañía de Nathalie, quién le hacía un detallado resumen de quienes eran los invitados y la importancia de quedar bien con cada uno, se sentía ansioso, no por lo que se esperaba de él como rostro de la empresa, si no con el hecho de querer compaginar esa actividad con el de pasar la velada con Marinette y que está no se aburriera, y se arruinara su plan de invitarla al jardín para confesarle sus sentimientos. Y Nathalie no cooperaba con eso, más nervioso lo ponía con cada nuevo nombre en su lista de "gente distinguida con la que debes compartir esta noche".

De a poco los invitados comenzaron a llegar, y Adrien decidió que mientras sus amigos llegaban, él se dedicaría a hacer lo que se esperaba de él, y compartir al menos un par de frases con cada uno de los distinguidos invitados, tratando de mantener a raya su ansiedad.

Cuando ya estaba todo en apogeo, al menos 50 invitados compartiendo entre el salón y la terraza y un cuarteto de cuerdas amenizaban el momento, pudo ver desde su posición a su amigos ingresar a la fiesta, y su sonrisa estalló en su cara, tanto que hasta sintió un poco de dolor en sus mejillas.
Lentamente se abrió paso hasta estar frente a ellos y saludarlos animadamente.

-Que gusto tenerlos aquí.-
- Gracias a ti por invitarnos Agreste- sonrió Alya.
- Esto está genial Bro, aunque yo habría contratado un DJ...- comento Nino a la vez que saludaba de mano a su amigo.
- Ésto es bellísimo Adrien, gracias por la invitación- saludó Marinette, tímidamente, semi escondida tras Alya.

- No tienes nada que agradecer Marinette, el placer es todo mío de tener la fortuna de tenerte aquí conmigo, digo, de tenerlos a los tres. -

Alya y Nino lo miraron risueños.
Marinette lo miró a los ojos curiosa, como tratando de descifrar un acertijo, cuya respuesta estaba en lo profundo de sus ojos. Adrien se sintió levemente intimidado, pero no bajo la mirada, le gustó la sensación de estar así de conectado con su princesa.
Al final, ella asintió, y los cuatro se adentraron más en el salón por bocadillos, y un lugar agradable para compartir.

Alcanzaron a tomar asiento en uno de los sillones dispuestos al rededor, pero apenas lograron intercambiar un par de frases antes de que la temperatura comenzará a descender, y las paredes lentamente a cubrirse de escarcha.

Un Akuma.