La serpiente y el ratón. [Aspik & Multimause]

8

La brisa fría lo hizo dudar, pero no lo suficiente, tenía asuntos que resolver.

Saltando con su agilidad gatuna llegó al balcón que era su meta, tocando el piso lo más suavemente posible, en ese momento, notó que su traje era más brillante que lo usual, y el suelo del conocido balcón más obscuro.

Estaba comenzando a caer una finísima llovizna, que más parecía una nube de lluvia que simplemente decidió desvanecerse en silencio, dejando toda su humedad esparcida como por aspersor.

Suspiró.
Golpeó la pequeña ventana y espero.

-Chat? Qué haces aquí, va a llover!-
Y como si lo hubiera invocado, un fuerte resplandor iluminó el cielo, para que a los pocos segundos un atronador sonido anunciará la llegada de la tormenta.

Chat un poco aturdido por el ruido del trueno, estando en su traje de gato, con su oído agudizado, perdió un poco el equilibrio.

Marinette al notarlo y al no querer que su cama se mojará, simplemente tomó al gato por la cola y se lo llevó a cuestas con ella.
Chat cayó desparramado en la cama y ella cerró la ventana.

- y?- preguntó ella.

- Vine a verte, para demostrar que soy un buen maestro - dijo ya acomodándose y sentándose en la cama de Marinette mirándola serio.

- mmhhhm...-

- pero creo que me equivoque.- continuo el héroe.

- Vas a disculparte?- preguntó ella alzando una ceja.

- sí, me disculpó conmigo mismo, te consideraba con el perfil de Luke Skywalker, y resultaste ser más un Anakin Skywalker de aura oscura y traicionera.-

Marinette lo miró boquiabierta.

- Perdón?-

- Perdonada. Ahora que no se vuelva a repetir, lo que pasa en el club de la pelea, se queda en el club de la pelea...bueno, en éste caso, en el entrenamiento de héroe.-

Marinette contó mentalmente hasta 10 antes de volver a hablar.

- te refieres a que me queje con Ladybug?  porque le conté que me pasaste la lengua por media cara después de jugar a cazarme?- preguntó.

- Al menos lo tienes claro. Y créeme que tendrás que trabajar para recuperar mi confianza nuevamente.-

La azabache lo miró con molestia. Realmente ese gato tonto no captó el mensaje de Ladybug. Quizá lo mantuvo colgado muy poco tiempo...

- Chat, asume que te pasaste de la línea, y todo arreglado, ahora sí me disculpas, debo terminar una tarea de química y no me quiero seguir atrasando. -

Chat la miró curioso. No imaginó que Marinette sería tan gruñona.
Debe ser el estrés del héroe.
Sí, eso debe ser.
Pero que bueno que estaba él ahí para ayudar.

- Me gusta tu actitud, entrenar mente y cuerpo.- dijo Chat instalándose junto a ella en el escritorio.

- ya...- dijo ella sin mirarlo, concentrándose en la tarea que la maestra Mandeleiev les había dejado.

- Chat. Basta. - dijo ella, al notar como el gatuno se asomaba sobre su hombro a ver cómo lo hacía y emitía pequeños bufidos si ella se equivocaba y asentamientos también muy leves, cuando iba bien encaminada, cosa que a ella le estaba poniendo los pelos de punta.

- qué? Sólo estoy siendo un buen maestro y guía apoyándote en tu desempeño académico, recuerda que soy tu maestro.-

Marinette lo miró muy seria, antes de mover su mano, como lanzando un conjuro Jedi.
- Yo no soy la chica que quieres fastidiar.-

Y retomó su tarea.

Chat la miró con la boca abierta.

De pronto Marinette estuvo totalmente imposibilitada de seguir haciendo nada más que sentirse absolutamente molesta, pues Chat Noir la abrazaba de costado.

- awwwww mi pequeña Padawan!-

Ahora Marinette se arrepentía de hacer ese gesto que justo en ese momento, recordó de una de las películas.

- Chat, tienes hambre?-

- Eso ni se pregunta. -

- Iré por leche y galletas, tu...mejor ven conmigo.-

Marinette bajó hacia la cocina, y se encontró con su madre.

- Mama, Chat Noir quedó atrapado en la tormenta, lo dejé pasar, ya se secó un poco, así que lo traigo para que coma algo.-

- Oh! Hola Chat Noir, bienvenido, deseas algo caliente?-

Los ojos de Chat Noir brillaron.
- Hola señora Sabine, si no fuera mucha la molestia, le agradecería mucho un chocolate caliente.-

- No es molestia querido, con galletas también?-

- si!- dijo emocionado.

Sabine Cheng sonrió y comenzó a preparar las cosas.

En eso, Tom Dupain entró al departamento.

- Oh! Chat Noir, que sorpresa.- saludo el hombreton.

- Buenas tardes señor Tom. Me atrapó la tormenta y vine a pedir asilo, mientras que amaina.- explicó.

- Sabes que eres bienvenido. Quieres algo de comer?-

- ya la señora Sabine está preparando algo. Gracias.-

- De todas formas iré por algunos croissants, sé que son tus favoritos.- dijo el panadero de manera amena.

Y sin esperar respuesta bajó hacia la panadería.

- Mama, yo estaré arriba, tengo deberes y necesito terminarlos.- dijo Marinette.

- Está bien hija, yo te subo las cosas cuando estén listas.-

- gracias mama.- sonrió la joven. Cuando pasó junto a Chat le susurró-quedate aquí y ayuda a mi mamá a preparar todo.- y sin esperar respuesta, subió desapareciendo tras la trampilla.

Marinette ya en su habitación suspiró.
Al fin estaba libre de ese gato, al menos unos minutos.

Chat por su parte, hacia reír al matrimonio Dupain-Cheng con sus ocurrencias, y les contaba algunas de sus batallas.

- Chat, eres realmente muy valiente, y siempre pendiente de defender a Ladybug, pero...- comenzó Tom.

- Pero?- preguntó Chat un poco preocupado.

- Estás tan delgadito!- suspiró él.

- Tom!- le reclamó Sabine, aguantando la sonrisa.

- Qué? míralo Sabine, cada vez que lo veo me dan ganas de alimentarlo.- se defendió Tom.

Chat los miraba, para luego mirarse un poco a él mismo de reojo, bueno, quizá tenían un poco de razón.
Luego volvió a mirarlos, y le pareció muy tierna su integración, con su pequeña discusión delante de él.

- Bueno, en ese caso, creo que vendré más seguido!- anunció Chat.

Sabine río y Tom se sintió satisfecho.

Afuera la tormenta no parecía querer seder, y Chat ya estaba resignandose a tener que empaparse.

Cuando las galletas, croissants y chocolate caliente estuvieron listos, Sabine subió una bandeja a Marinette, para que comiera mientras hacia sus deberes.

- hija?-
- si mama?-
- te traje el chocolate.-
- gracias.-
- volveré en un momento con mantas extra.-
- no es necesario, no tengo frío.-
- Cariño, no son para ti, para Chat.-
- ah?-
- dormirá aquí, en el sillón.-
- qué?-
- afuera hay tormenta y no podemos dejar que se arriesgue a irse.-
- pero...-

Sabine no alcanzó a oír ese "pero" ya que ya había emprendió su camino de regreso a la cocina.

Marinette gruñó.
Sería una larga noche.

***