*Esta historia tiene contenido adulto
...
Ninguno de los dos dice nada mientras que caminan hacia la casa de Akaashi. Lo que ha ocurrido hace unos minutos a desconcertado tanto a ambos que no saben como empezar una conversación sin atragantarse con sus propias palabras. Por eso mismo, cuando Akaashi le sugirió a Bokuto que viniese a su casa para cambiarse antes de irse a la suya, Bokuto solo aceptó.
Todo comenzó cuando estaban a punto de salir del instituto.
Akaashi está cambiándose los zapatos mientras que escuchaba como Bokuto le habla sobre su nuevo descubrimiento de hoy; se ha dado cuenta que en la cafetería sirven café. Por lo visto Bokuto pensaba que solo servían té verde y sus bocadillos favoritos. El resto de cosas no existían para él y lo acababa de demostrar.
Akaashi le dedica una mirada de incertidumbre a modo de respuesta. Bokuto cierra el casillero antes de dejar caer sus zapatos al suelo y empezar a ponérselo en dos movimientos.
- ¿No te parece increíble, Akaashi?- pregunta emocionado.- Konoha pidió un café de esos y dijo que estaba bueno, pero a mi me sabía a rayos.- pone una mueca para darle más dramatismo a lo que cuenta.- No entiendo como le puede gustar.
Bokuto casi se cae al suelo al elevar el pie para acomodarse el zapato izquierdo. Akaashi ahoga una carcajada cuando lo ve tambalearse hacia un lado. Aleja la mirada de su amigo para no ver la expresión de susto que acaba de poner.
La risa de Akaashi sale de forma inconsciente en ciertas ocasiones, y por muy poco creíble que parezca, en todas esas ocasiones es Bokuto quien se estrella contra el suelo. Las caídas de Bokuto son más graciosas de lo que quiere admitir.
- ¿Me estás escuchando, Akaashi?- pregunta molesto Bokuto.
Akaashi le dedica una mirada de reojo, cerniéndose de que no hay peligro de risa inminente.
- Bokuto-san, por muy fantástico que le parezca...- comienza a decir él en un tono neutro. Hace una pausa cuando su amigo se acerca a él con una mirada de intriga.- ya sabía que servían café en la cafetería.
Bokuto se aleja con una ceja alzada y se cruza de brazos por un momento. Cierra los ojos y baja un poco el mentón, reflexionando sobre las palabras de Akaashi.
- Eso es porque tienes poderes mentales, Akaashi.- el nombrado le mira con los ojos abiertos de la impresión.- Lo sabes todo y nunca dices nada. ¡Eres como Cerebro de los X-Men!- abre los ojos y sonríe ampliamente.- Y yo soy Mystique.
Akaashi frunce el ceño sin entender muy bien a que se está refiriendo Bokuto, pero decide no tirar de esa cuerda. Se da la vuelta y comienza a caminar hacia la entrada del instituto. Bokuto le sigue de cerca mientras que continua explicando porque ambos formarían un perfecto equipo de hombres mutantes.
Bokuto, quien no mira por donde camina, acaba chocando contra la espalda de Akaashi. El capitán echa una mirada por encima del hombro de Akaashi y ambos se quedan observando el paragüero vacío.
- ¿Qué estamos mirando?- pregunta Bokuto tras unos segundos.
- Han robado nuestros paraguas, Bokuto-san.- comenta Akaashi molesto.
Se escucha como chasquea la lengua antes de moverse hacia las puertas del instituto. Bokuto frunce el ceño al notar la creciente molestia de su amigo, pero prefiere no decir nada. Sabe perfectamente que cuando Akaashi chasquea la lengua nada bueno puede salir de esa boca.
Bokuto se acomoda a su lado izquierdo e intercambia una mirada con el exterior y con Akaashi. Hoy supuestamente abría cielos despejados y un descenso leve de las temperaturas a medio noche, pero, o se han confundido con el pronóstico del día o es que el tipo del tiempo no tiene ni idea porque está lloviendo a raudales.
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Historias de Haikyuu
Fanfiction*Los personajes son de "Haikyuu!", escrita por Haruichi Furudate.