X - Los búhos cósmicos de Bokuto (Bokuto X Akaashi)

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Desde muy pequeño, Bokuto sueña con con búhos cósmicos. No hay una explicación lógica por la cual sueñe con ello, más bien es que una noche sumergió de su mente un búho que vivía en un planeta solitario y desde ese momento sueña con él.

Al principio Bokuto creía que era un simple sueño a consecuencia de su fascinación por los búhos y por el espacio.

El pequeño búho cósmico de Bokuto vivía en un planeta pequeño, con un árbol de grandes ramas y color verde, pero solitario. Era un búho que se pasaba el día saltando de rama en rama y que hacía largos vuelos al rededor del planeta, admirado por la oscuridad del espacio.

Sin embargo, aquel sueño fue cambiando poco a poco cuando entró en la preparatoria.

En su primer año, Bokuto entró al equipo de voleibol ese año y pronto descubrió que el pequeño búho había encontrado un balón de voleibol en su planeta natal. Ambos, como si estuviesen conectados, aprendieron a jugar al voleibol, cometiendo multitud de fallos pero sintiéndose atraídos y felices por aquel deporte.

El equipo del Fukurodani pronto reconoció el abrupto potencial que crecía en Bokuto; tenía madera de as y aquello podría ser su arma secreta. El joven de primero pasó a entrenar duramente los remates, destacando sobre el resto de los jóvenes de primero y colándose poco a poco en el equipo principal.

A medida que esto ocurría, los sueños con su pequeño búho cósmico fueron disminuyendo; la mayoría de las veces Bokuto no recordaba que había soñado la noche anterior.

Hasta que todo cambió.

En su segundo año de preparatoria, el equipo de voleibol del Fukurodani obtuvo reconocimientos por su entrega y por haber ido a las nacionales el año pasado con una joven promesa como lo era Bokuto. Esto hizo que ingresaran muchos alumnos al equipo queriendo aprender a jugar como el joven de cabellos bicolor.

Su pasión por el deporte llevó a que otros quisieran jugar y aquel hecho fue llenando poco a poco a Bokuto. Le hacía feliz poder motivar al resto y generar un interés en ellos.

Sin embargo, lo que más había agradecido de aquel año no fue volver a los nacionales, ni los reconocimientos, sino el haberle conocido.

Aquella tarde el equipo estaba preparándose para recibir a los nuevos integrantes de primer año y Bokuto correteaba por el gimnasio calentando para el entrenamiento posterior. Cuando iba por la décima vuelta a la cancha, un grupo de alumnos de primer año entró un poco cohibido.

Los de tercer año llamaron a todos para que se reuniesen y así presentarse. Bokuto, que por aquel entonces ya era un matojo de nervios y expresaba su emoción hacia cualquier cosa con facilidad, llamó la atención de los jóvenes integrantes por su personalidad tan brillante, por ser el as del Fukurodani y joven promesa, y por tratarles con tanta familiaridad.

Entre el recluido grupo hubo un joven de ojos azules oscuros que llamó la atención de Bokuto. Su expresión seria y su presencia elegante y misteriosa atrapó al mayor en un suspiro.

Ignorando los regaños de sus superiores se dirigió al joven y le preguntó por su nombre y posición.

- Keiji Akaashi, jugué como colocador en la secundaria.- respondió el joven impactado por el trato de su senpai.

Bokuto sonrío ampliamente al escucharle y se retiró para alinearse con el resto de miembros del equipo principal. Durante aquella tarde, en la que el capitán le explicaba le todo a los recién llegados, Bokuto no apartó la mirada de Akaashi.

Hasta aquel preciso momento, Bokuto mostraba una hambrienta curiosidad y fascinación por todo lo que le rodeaba, pero Akaashi había llegado a generarle una agradable sensación y una intriga mayores.

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