IX - Bromance (Kuroo X Bokuto) +18

151 12 5
                                    

*Esta historia tiene contenido adulto

...

Se suponía que esto no debía pasar, que solo era una pregunta inocente. ¿Cuando a travesamos la barrera que separaba nuestra amistad de algo más? No teníamos que haber jugado con fuego, así ahora no nos estaríamos consumiendo el uno al otro lentamente.

- Kuroo, ¿vienes a por unos helados?- pregunta Bokuto asomando la cabeza por mi lado izquierdo.

Me mira con ojos brillantes y expectantes. Debo admitir que a veces me intimida con esas miradas, sobre todo en los partidos.

- Si, ¿vamos nosotros solos?- respondo con curiosidad.

Bokuto se posiciona a mi lado, alza las manos hasta su nuca y las entrelaza. Eleva la cabeza hacia el cielo en un movimiento, estirando su cuerpo y frunce los labios pensativo.

- Akaashe iba a venir, pero dijo que tenía que terminar unas cosas del club.- comenta él tranquilamente.- ¡Siempre tan ocupado! Hace tanto tiempo que no salimos los tres a dar una vuelta.- murmulla lo último con un deje de resignación.

Niego con la cabeza al escucharle.

- Si le ayudases con los asuntos del club no tendría que quedarse tanto tiempo. Por algo eres el capitán, búho idiota.

- ¡Bro! Ya sabes que me cuestan esas cosas. Además, a Akashi se le dan muy bien, por eso confío en que será un gran capitán el año que viene.- sonríe ampliamente.

- No cambies de tema. Ayuda a Akaashi y vendrá con nosotros, es así de simple.- le explico.

Me dedica una mirada de reojo y un escalofrío me recorre la espalda. Frunzo el ceño extrañado por la reacción de mi cuerpo. El día está soleado, incluso hace un poco de bochorno, no puede haber sido un escalofrío a causa del frío.

- Está bien, bro. Si tú lo dices, lo haré.- finaliza volviendo la mirada al frente.

Caminamos hasta la tienda de conveniencia más cercana al instituto. Bokuto me cuenta, con gran entusiasmo, todos los avances que ha hecho con Akaashi durante esta semana. Parece ser que a mi amigo le seguía costando leer los bloqueos, así que Akaashi se ha asegurado de que los practicase.

Me alegra que Bokuto tenga a alguien que le puede ayudar en todo momento. El que ambos vivamos en Tokio no quiere decir que nos podamos ver tan a menudo como quisiéramos, o al menos eso es lo que pienso yo sobre nosotros.

No sé que pensará Bokuto, o si realmente pensará en algo que no sea el voleibol, pero me gusta creer que también quiere pasar tiempo conmigo como solíamos hacerlo antes de que llegase Akaashi.

Una sensación punzante se instala en la boca del estómago al pensarlo.

- ¡Ya hemos llegado!- exclama Bokuto provocando que pegue un bote en el sitio.- ¡Kuroo, corre! No quiero quedarme sin helado de pistacho.

- No creo que pase, eres al único que le gusta ese sabor.- respondo con una sonrisa divertida.

Bokuto me mira endureciendo la mirada y eso me hace soltar una carcajada. Es tan fácil provocarlo, además de que pone unas muecas muy expresivas, lo que me tienta a molestarlo más.

Nos acercamos a la barra para pedir nuestros helados. El chico que nos atiende prepara los helados con calma, siempre vigilado por la insistente mirada de Bokuto en cada uno de sus movimientos.

No sé como su mirada no le pone nervioso.

Una vez pagados los helados y en dirección al instituto, me percato de que tengo que pasar por casa para recoger ropa de muda para la noche. Pensaba que tenía suficiente con la que llevé al campamento, pero no fue así.

Historias de HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora