Historias de Haikyuu

III - Iwa-chan (Oikawa X Iwazumi) 2

Parte 2

Al día siguiente, tras finalizar las clases y en el vestuario del club, la frialdad con la que Iwazumi trata a Oikawa pasa desapercibida por el resto, aun que no ocurre lo mismo con el trato de Oikawa a Iwazumi.

No es lo normal ver a Oikawa tan silencioso, ensimismado y serio.

Cuando Mattsu y Makki entraron en el aula, por la mañana, y los vieron a cada uno en sus respectivos asientos, creyeron estar soñando. Makki se acercó a Oikawa para preguntarle sobre unos ejercicios que tenían que entregar hoy, así de paso aprovechaba para evaluar el grado de enfado que este tenía con Iwazumi.

Le sorprendió verlo tan serio y que le respondiese con monosílabos. En la mirada de Oikawa no quedaba rastro de aquel tierno chico de sonrisa rápida y ojos brillantes, en su lugar solo estaba una mirada muy parecida a la de Iwazumi.

De igual forma, Mattsu no se quedó de brazos cruzados. Se encaminó hacia Iwazumi con la intención de preguntarle directamente que le pasaba, pero no lo hizo. El vice-capitán tenía unas ojeras profundas y una mirada que parecía querer agujerar la mesa, así que simplemente se alejó de él.

Ninguno de los dos entendió muy bien a que venían aquellas expresiones tan raras y su indiferencia con respecto al otro. Y aun habiendo pasado todo el día el uno cerca del otro, incluso en la comida, no se han dirigido la palabra.

Kunimi llega acompañado de Yahaba y Kindaichi a la puerta del vestuario cuando Mattsu y Makki están saliendo.

- Os recomiendo no entrar ahí.

- ¿Por qué?- pregunta Kunimi extrañado por la advertencia de Mattsu.

- Hay serios problemas en el paraíso.- sentencia Makki seriamente.

Ambos se alejan dejando a los más jóvenes confundidos. Ahora no saben si entrar o optar por cambiarse en el gimnasio.

- ¿Deberíamos entrar?- pregunta Kindaichi nervioso.

Yahaba suspira pesadamente antes de darse la vuelta y encaminarse hacia el gimnasio en silencio. A veces estas situaciones le sobrepasan y solo quiere que el día termine.

- Vamos.- finaliza Kunimi siguiendo a Yahaba.

Se cruzan con Watari y, literalmente, lo empujan hacia el gimnasio entre los tres mientras que murmullan un "graves problemas en el paraíso" al unísono.

Que Iwazumi y Oikawa discutan hasta el punto de no hablarse ha pasado varias veces, y eso lo saben muy bien Mattsu y Makki quienes siempre están en medio y son los consejeros de sus amigos. No es la primera vez que Makki habla con Oikawa por algo relacionado con Iwazumi, y Mattsu con Iwazumi.

Makki es muy directo cuando se trata de estas cosas, no se corta ni un pelo en decirle a Oikawa que arregle las cosas con Iwazumi y que se deje de dramas. Pero, a veces, Makki no puede evitar escuchar las quejas de su amigo y siempre intenta aconsejarlo. Aun que no es algo que se le de muy bien, en su opinión.

Mattsu e Iwazumi no hablan tanto como lo hacen los otros dos. Iwazumi expresa su molestia por la actitud de Oikawa llamándolo de todo menos guapo. En el fondo de su ser se esconden las verdaderos sentimientos, pero Mattsu conoce perfectamente a su vice-capitán y lo de abrirse en canal para hablar de sus sentimientos no es lo suyo.

Él no se queja tampoco, solo deja que se desahogue mientras que comen algo. A Mattsu lo puedes convencer fácilmente para que te escuche si es por medio de comida, por lo que Iwazumi lo resuelve rápido.

Cuando el confesionario termina para ambos lados, Makki llama a Mattsu y charlan sobre los puntos de vista de cada uno de ellos. En la mayoría de las veces ambos están de acuerdo con que Oikawa debería dejar de ser tan pegajoso y que Iwazumi podría ser más amable si quisiese.