II - Dulce venganza 2

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Parte 2

El cuarto día de la concentración amanece con un sol abrasador y con un deje de venganza en el paladar de Akaashi y Kenma. Ambos, acostumbrados a levantarse con el resto, hoy se han levantado más temprano de lo habitual para desayunar con la paz que les ofrecen las mañanas.

A pesar de tener agujetas por todo el cuerpo debido a los entrenamientos y a los ensayos, a saberse la canción casi de memoria y a tener los pasos muy mimetizados, siguen dándole vueltas a la coreografía mientras que desayunan.

Kenma se concentra en ese paso rápido que a veces hace que se tropiece con sus propios pies y Akaashi se recuerda a sí mismo que tiene que mirar hacia delante durante toda la actuación. Tiene una tendencia a bajar la mirada a sus pies mientras que baila para ver si está siguiendo el ritmo. Además, es el cabecilla de la actuación, así que tiene que mirar hacia delante.

Ambos comen en total silencio, pero sus mentes trabajan con la misma intensidad como sí estuviesen en la cancha; quieren hacerlo perfecto.

Mientras tanto, en la segunda planta del edificio principal, Oikawa y Kageyama siguen durmiendo profundamente creyendo que es de noche.

Oikawa está tan sumido en su sueño, en donde un Ushijima le dice que se una al Shiratorizawa si no quiere que Iwazumi sufra entre terribles torturas, que ni se da cuenta cuando Iwazumi grita su nombre y abre las cortinas de un golpe.

El capitán del Aoba Josai frunce un poco el ceño, pero no por la luz del sol precisamente. En su mente se está disputando una pelea contra Ushijima. Oikawa tira del brazo derecho de su Iwazumi imaginario para arrancarlo de las garras de su archienemigo.

Iwazumi esboza una sonrisa maliciosa cuando ve que Oikawa no se despierta ni con esas, y se prepara para tirarse encima suya. Retrocede un poco bajo la atenta mirada de Mattsu y Makki, quienes están apostando a ver si Iwazumi golpeará a Oikawa en el estomago o si Oikawa hará de las suyas en el último momento.

- ¿Iwazumi san?- pregunta Kindaichi entrando en la habitación.

Mattsu y Makki le dedican una mirada de "ya deberías saber que esto es lo normal" y se vuelven a observar la escena. Kunimi entra tras su compañero y se deja caer en el marco de la puerta, esperando lo inevitable.

Oikawa, aun en sus sueños, tira tan fuerte del brazo del Iwazumi imaginario que este sale disparado hacia él y cae encima suya. Esboza una sonrisa amplia aun con los ojos cerrados y susurra un "Iwa-chan" antes de que el Iwazumi real esté en el aire y caiga de verdad sobre su cuerpo, golpeándolo en el estomago.

Kindaichi abre tanto la boca por el impacto que parece que se le va a caer al suelo. Kunimi solo ladea la cabeza y frunce el ceño, extrañado por el hecho de que Oikawa aun no se haya despertado. Mattsu y Makki se miran entre ellos antes de acercarse a Iwazumi y a Oikawa para dar un veredicto.

Makki palidece al segundo y Mattsu abre mucho los ojos al ver a Iwazumi presa de un abrazo de oso de Oikawa. El vice-capitán intenta salir de sus garras alejando la cara del colocador y exclamando un "tontokawa" cada dos segundos.

Oikawa murmulla un "Iwa-chan, dame un besito" y entonces la cara de Iwazumi es un semáforo. Empuja la cara de Oikawa tanto que cuando escucha un "crack" se detiene y le observa atentamente el rostro, aun sumido en el abrazo de oso.

- ¿Tontokawa?- pregunta Iwazumi con preocupación.

El nombrado frunce un poco el ceño y se queja aun con los ojos cerrados. Vuelve a murmurar el nombre de Iwazumi y abre los ojos.

Al principio parpadea varias veces, creyendo que aun está en sueños. Luego, con el paso de los segundos y sintiendo el peso del cuerpo de su amigo esboza una sonrisa traviesa.

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