𝐌𝐎𝐍𝐒𝐓𝐄𝐑- bill skarsgård

9.

Bill'S POV

Mi cuerpo se mantenía intacto sobre el asfalto mientras que las gotas de sangre recorrían mi cara y empapaban toda mi ropa. La silueta de Abby había desaparecido por completo de mi rango de visión y un sentimiento de vacío recorrió mi alma, dejándome como un niño desolado. Las lágrimas lucharon por salir, pero no lo hicieron.

La gente que había rodeado y grabado la pelea, me ayudó a mantenerme de pie y cuando la sirena se acercó lo suficiente como parar a uno de mis costados, supe por qué se había marchado. Quería pensar que lo había hecho por mí, porque al verla a ella completamente herida, el arresto por violencia de género podía haber sido peor y Abby había evitado eso.

¿Por eso me has dejado solo, Abby?

Mi alma pedía a gritos que saliese corriendo detrás de ella como un cocainómano en busca de su dosis diaria. No sabía qué clase brujería había establecido la chica que robaba mis pensamientos a cada momento, pero ahí estaba, totalmente hechizado por ella.

¿Sería que me había enamorado de ella? No estaba completamente seguro.

Pues, ¿Qué es el amor para mí? Hacía tanto tiempo que no sentía nada parecido, que aquel sentimiento tan importante para algunas personas era demasiado insignificante para mí.

—    Necesitamos que cooperes antes de tomar declaración a varios testigos. ¿Qué ha pasado y por qué estás así? —La joven agente llama mi atención, mis orbes verdes aterrizan en ella y trago saliva.

No iba a mentir a la policía si básicamente yo los ayudaba cada día con un caso de justicia distinto. Sería perder el tiempo y engañarme a mí mismo si mentía, pero tampoco ganaba mucho diciendo la verdad y que me tomasen como un loco.

—    ¿Y bien? —La agente insiste tras quedarme callado mientras pienso.

—    Entraba en la cafetería con unos socios cuando encontré a una amiga y su novio, al parecer celoso y psicópata en una de las mesas. Me acerqué para saludarla y el novio hizo una escena, obligándome a sacarlo de ahí por respeto a mi amiga. —Bien, Bill. Eres un genio mintiendo. Sigue así.

—    ¿Se puede decir que usted empezó la pelea? —Ella apunta en su libreta, yo alzo mis hombros como signo de indiferencia.

—    Se puede decir que ambos comenzamos la pelea. —Respondo.

—    ¿Sabe cómo se llama el novio de su amiga?

Ex novio. Por el amor de Dios. La sangre comienza a hervirme al escuchar eso.

—    Ex. —Corrijo. Simplemente se me escapa. — Creo que Louis. El apellido no lo sé.

La agente asiente y deja de apuntar. Tras echarme un vistazo, abre la boca.

—    Está bien, señor... Skarsgård. Le dejaremos ir hasta que hablemos con los testigos, veamos las cámaras, intentemos averiguar la identidad y el paradero del ex de su amiga. —Recalca el término ex, como si para ella fuese divertido. Para mí no. — Por favor, no salga de la ciudad ni haga nada estúpido. De momento eres inocente hasta que se muestre lo contrario.

Y ante aquello, se despide de mí y se marcha con los demás compañeros. La gente habla, me mira, y habla con la policía al mismo tiempo. Nunca me he sentido tan avergonzado en esta vida, recordando el motivo de por qué me escondía tras esa máscara para apretar el gatillo.

Para no ser señalado.

Marcharme de ahí y dejar de escuchar los murmullos que taladraban mi cabeza había sido lo mejor. Lo malo vino cuando entré en mi piso y sentí ese vacío característico que estaba acostumbrado a sentir, pero que desde que conocí a Abby, era un vacío con una luz que ahora estaba apagada, ya no estaba.