▪︎𝟎𝟔▪︎

11.7K 634 243
                                    

 ►𝐌𝐚𝐧𝐜𝐡𝐞𝐬𝐭𝐞𝐫, 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚. 𝟏𝟖 𝐝𝐞 𝐒𝐞𝐩𝐭𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟐.

—¿Quién es? —Bellingham deslizó sus ojos hacia su novia.

—¿Qué? —Annelise le lanzó el móvil.

—¿Quién es Ava?

—¿Me has mirado el móvil? ¿Pero a ti qué te pasa?

—¡Responde!

—¡Es una amiga, Annelise! —exclamó el chico—. De hecho es la que tú no querías que ayudase.

—¿Lo hiciste?

—¿Sacarla de ese infierno? No, ella tuvo el valor suficiente para poder hacerlo sola.

—¿Y por qué quisiste meterte?

—Tú a mí me tienes que estar vacilando —Jude se frotó la cara—. ¿Que por qué quise meterme? La estaban maltratando, Annelise. Su novio casi la mata la semana pasada ahogándola.

—¿Y?

—¿Cómo que "y"? —aquello le resultaba surrealista—. Annelise, ¿cómo puedes intentar justificar algo de ese calibre?

—No lo justifico, simplemente digo que... ¡No la conoces! A lo mejor se lo merecía.

—Mira, me voy —se levantó del sofá, y cogió su chaqueta.

—¿A dónde?

—A que me de el aire —de un portazo, cerró y se montó en su coche. Ni siquiera pensó a dónde ir, pero acabó en el bar. Miró el local antes de guardar las llaves en su bolsillo y salir del vehículo. Y cuando entró, ahí estaba ella. Se veía distinta.

—¡Hey! —Ava le sonrió—. ¿Qué haces aquí?

—No... No lo sé —respondió.

—Oh... Bueno, mi descanso acaba de empezar. ¿Quieres comer conmigo?

—¿Te importa?

—No, claro que no. Siéntate donde quieras, ¿te pido lo de siempre?

—Jack tenía razón con lo del especial de la casa. Es brutal —la muchacha rió.

—¡Eh, Edward! —llamó al cocinero—. Dos especiales de la casa.

—Marchando, bonita —Ava sonrió. Aquel hombre era un auténtico encanto. Agarró dos botellas de Coca-Cola y dos vasos, y caminó hacia la mesa donde estaba Bellingham.

—¿Cómo estás? —la morena suspiró al escuchar la pregunta.

—Vivo con miedo —reconoció—. Con miedo a que un día, aparezca de la nada y termine lo que empezó —abrió las botellas—. Quise ir con mi hermano a denunciar, pero...

—¿Te da miedo?

—Claro que me da miedo, Jude. Es evidente. Pero el caso es que cuando llegué, mi vecina de al lado salió, y me dijo que yo no tenía la culpa, y que todo se solucionaría. Cuando fui a ponerle la denuncia, ya tenía una puesta. Por lo visto, ella fue más rápida que yo. Me imagino que le habrán detenido ya, y yo estoy buscando un abogado.

—¿Tus padres lo saben? —le vio tragar saliva antes de que negase con su cabeza.

—Todavía no se lo he dicho. No es fácil.

—Hey —agarró su mano por encima de la mesa—. Debes hacerlo cuando estés lista.

—Todos me dicen que debería contárselo ya, pero cuando pienso en sus reacciones... Es que se me parte el corazón —secó una lágrima rebelde que cayó por su mejilla—. ¿Cómo se le dice a tus padres, que el chico que parecía el maldito novio perfecto, es un maltratador?

Ava ||Jude Bellingham||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora