▪︎𝟎𝟒▪︎

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 ►𝐌𝐚𝐧𝐜𝐡𝐞𝐬𝐭𝐞𝐫, 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚. 𝟏𝟎 𝐝𝐞 𝐒𝐞𝐩𝐭𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟐.

Se miró en el espejo del baño de la cafetería. Aquel golpe le había dejado marca, y el maquillaje estaba cumpliendo su función esperada, que era tapar lo que él le había hecho.

—Ava, ¿estás bien? —preguntó Jacob desde el otro lado de la puerta.

—Sí, no te preocupes —tiró de la cisterna para disimular. Como siempre hacía, puso una sonrisa frente al espejo, y abandonó aquel cubículo—. Es que con el ajetreo de esta tarde, no he podido entrar ni una vez.

—No pasa nada, ¿te llevo a casa o...?

—No, no te preocupes. Me voy sola.

—Sabes que...

—Y tú sabes que no hace falta —le cortó—. No quiero molestarte, Jake.

—No lo haces, Ava. Vamos, no quiero que te vayas sola.

—Jacob, no. De verdad, puedo pedirme un taxi.

—Ava —la chica se giró al oír su nombre, al igual que su compañero.

—¿Jude?

—Bueno... Yo aquí no me meto —Jacob puso una mano en el hombro de la joven—. Nos vemos mañana, Ava —se fue hacia su coche.

—Qué... ¿Qué haces aquí?

—Quiero hablar contigo —se acercó a ella—. Vamos a mi coche, estaremos más tranquilos.

—Pero...

—Ava, por favor —a la chica le recorrió un escalofrío. Suspiró, y asintió.

—Tú dirás —dijo Ava una vez que se montaron en el vehículo.

—No estás bien, ¿verdad? —aquello le sorprendió.

—¿A qué te refieres?

—Mira, voy a ser sincero —Jude se acomodó para mirarla—. No estoy ciego, ni sordo, Ava. Te conozco desde hace unos días, pero ya te he escuchado más de una vez diciendo que tienes que pedirle permiso a tu novio para poder salir con nosotros.

—Yo no...

—"Le preguntaré a Mike si le importa que vaya, pero no os aseguro nada" —recitó las palabras que la joven dijo la última vez que le invitaron a salir—. Y si se lee entre líneas, se ve claramente que estás diciendo un "voy a preguntarle a Mike si puedo ir" ¿desde cuándo estás así?

—¿A ti qué te importa? —respondió cortante—. Es mi relación, no la tuya.

—Sí, no te digo que no —afirmó—. Pero es tu salud mental la que está en juego.

—Mira, Jude, tengo que irme, de verdad que... —quiso salir, pero Bellingham se adelantó, y puso el seguro de la puerta—, ¿por qué?

—Porque me preocupo por ti, Ava.

—No me conoces, Jude, no sabes si...

—¿Y qué tiene que ver eso? Si yo veo que una persona está en peligro, la conozca o no, intento ayudarla.

—¿En peligro? ¿Pero de qué....?

—Ava, ¡se ve! Lilith es tu mejor amiga, y no saliste en su defensa. Te está comiendo la cabeza, y lo que tienes aquí dentro —y ahí estaba. La prueba de que no estaba bien—. ¿Por qué has hecho eso?

—¿El qué?

—Ava, has cerrado los ojos cuando te he acercado la mano, como si... Como si fueses a recibir un golpe.

Ava ||Jude Bellingham||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora