Ava ||Jude Bellingham||

▪︎𝟐𝟏▪︎

►𝐌𝐚𝐧𝐜𝐡𝐞𝐬𝐭𝐞𝐫, 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚. 𝟐𝟕 𝐝𝐞 𝐃𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟐.

—Está nevando —Ava sonrió al ver la nieve caer por la ventana.

—¿Quieres que vayamos a dar un paseo?

—O podemos quedarnos aquí viendo una película.

—¿Me estás ofreciendo un maratón Disney, morena?

—Es posible —se encogió de hombros—. Pero antes… Podemos preparar algo de cenar, ¿qué te parece?

—Me parece genial. Aunque… Antes quiero darte algo.

—¿El qué? —frunció el ceño— Oh, vamos, Jude. Hoy no, estoy sensible —el chico no pudo evitar reír—. Vale, bien. Ven —fueron hacia la habitación de ella—. ¿Quién empieza?

—Venga, yo —del bolsillo de su sudadera, sacó una pequeña caja negra.

—No irás a pedirme matrimonio, ¿no?

—¿Me ves con cara de querer casarme a los diecinueve? —los dos rieron— Es un pequeño detalle. Pensé que te gustaría —al abrirla, Ava vio una fina cadena, que tenía una J.

—Jude… —le miró.

—Yo tengo la mía —le mostró la que él llevaba puesta, una igual, pero con una A—. Más o menos vamos en serio, ¿no?

—Sí, sí… Sí vamos en serio —ella sonrió, y le dio un beso en los labios para acto seguido abrazarle—. Muchas gracias, pero ahora te odio.

—¿Por qué?

—¡Porque ahora mi regalo me parece una mierda! —dijo cuando se separaron.

—No digas eso. Lo que importa es la intención.

—Bueno… —se acercó al escritorio, y del cajón, sacó el regalo envuelto— Aquí lo tienes.

Con delicadeza, Jude comenzó a quitar el papel de regalo.

—Es tu libro favorito… ¿Marcado?

—Todos los post-it son momentos que me recuerdan a ti, y… A nosotros. Sé que quizás te parece una chorrada, pero… —metió sus manos en los bolsillos de atrás de su pantalón— A mí me parece una manera perfecta para que entiendas lo que siento por ti —Bellingham sonrió y la besó nuevamente.

—No es una chorrada, es perfecto —Ava también sonrió.

—Ya sabes lo que hay ahí dentro, no te va a pillar de nuevo cuando lo leas —Jude rió.

—No, desde luego que no. Y ahora deja que te ayude a ponerte eso —Bellingham sacó su regalo de la caja, Ava se puso de espaldas a él, y se la puso.

—Me llegan a decir a principios de año, que dejaría a Mike y que empezaría a salir con un chico que conocí en el bar mientras trabajaba, y yo creo que me hubiese puesto a llorar —rió ligeramente.

—¿Algo de lo que te arrepientas?

—De no haber cortado con él antes —suspiró—. De eso es lo único de lo que me arrepiento. Porque, aunque llegaste en mi peor momento, creo que te conocí en el mejor.

—El destino sabía lo que hacía. Y ahora, en vez de preparar la cena, ¿por qué no vamos a tomarnos un chocolate caliente, y ya vemos que pedimos para cenar?

—Me parece genial —Ava sonrió. Agarraron los abrigos y salieron del piso—. Me encanta la nieve. Cuando Thomas era pequeño, Jason y yo le enterrábamos —soltó una sonora carcajada—. Era idea suya, que conste.