Ava ||Jude Bellingham||

▪︎𝟏𝟕▪︎

 ►𝐌𝐚𝐧𝐜𝐡𝐞𝐬𝐭𝐞𝐫, 𝐈𝐧𝐠𝐥𝐚𝐭𝐞𝐫𝐫𝐚. 𝟏𝟎 𝐝𝐞 𝐃𝐢𝐜𝐢𝐞𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝟐𝟎𝟐𝟐

—Me los veo muy grandes.

—Nunca te había visto tan delgada —murmuró Lilith.

—Ya, los golpes físicos no ha sido lo único de mi relación —Ava suspiró—. Me controlaba las comidas, porque decía que estaba gorda, y que le daba asco. Y yo pues...

—Comías menos.

—Directamente dejé de comer. Hasta que me ingresaron el hospital y me pusieron una dieta. Jason se pasó las noches conmigo. A mis padres no les dieron los días en sus trabajos, así que por las tardes estaban ellos, así mi hermano aprovechaba y se iba a su casa a descansar un poco y a ducharse. Thomas venía por las mañanas los fines de semana, y de vez en cuando pasaba la noche conmigo y con Jason, y al día siguiente se iba a clase —dejó ver una sonrisa triste, que Lilith pudo percibir a través del espejo del probador—. Me siento fatal por hacerles pasar ese trago. Bueno, ese y todo lo que ha conllevado salir con Mike.

—Pero ahora estás mejor, ¿no? Es decir...

—Sí, sí estoy mejor. He ganado cuatro o cinco kilos, y aún así se me siguen notando las costillas —nuevamente suspiró—. No me gustaba nada mi cuerpo cuando estaba con Mike. Ahora lo valoro un poco más, ha sufrido muchísimo.

—Y creo que te están ayudando, sobretodo uno que yo me conozco, ¿o acaso me estoy equivocando? —Ava no pudo evitar sonreír tímidamente— Te gusta mucho, ¿verdad?

—No sé si...

—Se te nota demasiado. Y a él igual.

—A mí te lo puedo comprar, ¿pero a él? —negó con su cabeza.

—¿Por eso se apostó un beso contigo?

—Yo me he dado picos contigo —dijo—, y con Phil, con todos. Incluso con Jack y Sasha. Y ninguno de esos besos iba con intención.

—Bueno...

—Lo de Deccers y Mason es caso aparte —respondió rápidamente—. Ese día no regulaba.

—Y tanto que no lo hacías —Lilith soltó una carcajada—. Tremendo lío de una noche. Al menos disfrutaste.

—Pues sí, ahí llevas razón. Y mejor me quito esto, porque me estoy deprimiendo —Ava se quitó aquellos vaqueros y se puso de nuevo su ropa.

—Venga, que te invito a cenar.

—Sabes que odio ir de gratis. Pagamos a medias —dijo la morena al salir del probador.

—¿Te quieres callar y aceptar? Vamos, ¿qué te apetece? Podemos cenar hamburguesas, sushi, comida china...

—Pues lo que tú quieras. Yo sólo sé que tengo hambre.

—Entonces... —Lilith dejó de hablar en cuanto dirigió su mirada al frente— ¿Y si nos vamos a mi casa, mejor?

—¿A qué viene ese cambio de opinión? —Ava iba concentrada en su móvil, por lo que no se percató. Miró a su mejor amiga y frunció el ceño— ¿Qué te pasa? Parece que has visto un fantasma.

—No, no es un fantasma, por desgracia —puntualizó. Automáticamente, la morena miró hacia donde ella estaba viendo.

—¿Qué cojones? —dijo en un murmuro ahogado— ¿Qué hacen esos dos juntos?

—No lo sé, y creo que prefiero no saberlo —en ese momento, ambos se percataron de la presencia de las chicas.

—Así que tú eres Ava —Annelise la miró de arriba a abajo en cuanto se puso delante de ella—. Eres bastante poca cosa, sinceramente. ¿De verdad has estado saliendo con ella? —le preguntó a su acompañante.