Querido Albus:
Hace semana y media que no te escribo, lamento tenerte abandonado, ¿pero sabes que? Me parece ridículo escribir mis sentimientos en una libreta quejándome de ti, porque parece que sigo en mi adolescencia, y me avergüenzo de mi mismo.
Cuanto más lo pienso, más me doy cuenta de que tu serías más propenso a hacer esto. Idiota sentimental.
El ministerio sabe que estoy en París. Has sido tu, ¿verdad? Mis aliados en el Ministerio me han comentado que te hicieron una visita días atrás. No sé como sabías donde estaba, bueno, lo sabrás porque sabes donde está el Obscurial, pero, ¿tan bajo has caído para decírselo?
No se si seguirás resentido por lo de tu familia, pero solo puedo decirte que no me arrepiento de nada. Solo eran una piedra en nuestro camino, y al final nos separamos por su culpa. Me da lástima ver como todas tus habilidades mágicas se ven mermadas por estar escondido en un maldito colegio. ¿Por qué no vienes a confrontarme?
Ah, se me olvidaba que yo tengo nuestro pacto, y por él, no puedes pelear y entonces mandas a ese niñato detrás mía. ¿No es así?
Te odio, Dumbledore. Haces todo lo posible para interferir en mi camino al poder, y pongo en tu conocimiento que si involucras a terceras personas, como ese Scammander, probablemente acaben muertas.
Te lo advierto, no me busques las cosquillas, porque las vas a encontrar. ¿Crees que por tener algo conmigo muchos años atrás voy a tener piedad? No lo quieras averiguar.
⇜✫⇝✫⇜✫⇝✫⇜✫⇝✫⇜✫⇝✫El hombre dejó con rabia la pluma en la mesa. ¿Mal día? Solo un poco.
Se apoyó con los codos en el escritorio, frotándose las sienes mientas dejaba escapar un gran suspiro. Sentía que si no volvía a escribir, explotaba, pues estos días sin hacerlo había sido un suplicio, aunque lo negara.
Te odio Dumbledore
Te odio Dumbledore
Te odio Dumbledore
Esas palabras que había escrito segundos atrás resonaban todo el tiempo en su cabeza, como atormentandolo. Que ganas de tomar esa maldita libreta y lanzarla a la chimenea para que ardiera con todos los sentimientos que también decidió quemar.
Odio, ¿no es esa una palabra muy fuerte para una persona con el corazón roto? Porque los pedazos del corazón de Albus seguían esparcidos por el piso, es más, puede que nunca los llegue a recoger.
¿Y los suyos? Ah, decidió recogerlos, si, y pegarlos de mala manera, haciendo que normalmente tiemblen y parezca que se van a romper. ¿Quien iba a preguntar por su vida amorosa? Pues nadie, porque era tan serio y centrado en sus ideales políticos, que nadie sospecharía que siendo un hombre tan hábil para ciertas cosas, fuera tan inútil para gestionar sus sentimientos de ira hacia si mismo y el amor que aún sentía por Albus.
Admitelo. Quieres ir de duro, aparentar que nadie te ha conocido de verdad, que nadie sabe de ti, pero es mentira.
Si que conociste a alguien, y es la única persona a la que has amado y amarás.
Amas a Albus, y se te da fatal mentirte a ti mismo negandolo.Levantó la mirada hacia la libreta y agarró su pluma, leyendo todo de nuevo. Entonces llegó en la parte en la que aseguraba odiar a Albus Dumbledore, y sin pensarlo más, lo tachó.
Lo tachó con tanta fuerza que se rompió la punta de la pluma. Chasqueó la lengua aparentemente molesto.
—No te odio. Tu ganas pelirrojo.—
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Letters to the Love of my Life
Fanfiction"I miss you, but I'm afraid I won't come back, my dear"