05;;Dear Gellert

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Querido Gellert:

No tengo mucho que contarte hoy. Estamos entrando en primavera, y hace un día precioso. Desearía poder salir a pasear contigo.

Desde que hablo contigo, siento que me quito un peso de encima, porque puedo ser sincero con la persona que más amo, aunque no puedo imaginar la cara del ministerio si se enteran de todo lo que te digo.

Me siento tan desdichado... si pudiera recordar la última vez que nos besamos, lo haría simplemente para saborear s mejor, aunque me destrozaría saber que es la ultina vez. Nos ha tocado vivir caminos separados, y me duele decirlo, pero fuimos nosotros quienes separamos los caminos.

Te amo, Gellert, date cuenta de que lo estás haciendo mal y volvamos a estar juntos. Ese es mi más ferviente deseo.

Con todo el cariño, Albus Dumbledore.

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Nada más dejar la pluma en el tintero, la puerta de su despacho se abrió, sobresaltandolo levemente. Era Minerva. Le sonrió al intercambiar miradas con ella.

—Disculpe si le he asustado, profesor, solo venía a dejarle estos libros por aquí, como me había pedido.—

Entró con una sonrisa bastante amigable. Le había pedido muchas veces que lo tutease, pero ella seguía insistiendo aunque el si la tuteara.

Tapó disimuladamente el pergamino con su brazo derecho, mientras le devolvía la sonrisa de manera muy natural. Ella le dejó los tres libros en el escritorio.

—Muchas gracias Minerva.—

Ella asintió sonriendo y bajó su vista al pergamino que el mayor trataba de tapar. Sonrió de lado cruzandose de brazos, pues ya se hacía una idea de lo que era.

—Me alegra mucho que decidiera seguir mi consejo, debe ser una mujer con mucha suerte.—

La cara del hombre era bastante divertida, pues aún no le había confesado a Minerva aquel secreto que lo perseguiría toda su vida.

—Digamos que es... una persona muy especial para mi.—

Murmuró sonriendo de lado, a lo que la mujer asintió, marchándose de allí.

Albus suspiró pasando sus dedos por el papel, y deseando poder enviarle esas cartas, porque se merecía saber que nada había cambiado a pesar del desastre de persona en el que se había convertido.

Olvidate de todo este revuelo y vuelve conmigo, no te guardo rencor en nada, solo te necesito aquí, por favor.

Letters to the Love of my LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora