Headcanons #2

628 70 163
                                    

Aquí van otros poquitos uwu

●Gellert es un maniático. Se daría cuenta de cualquier mínima cosa que esté fuera de su sitio, y eso sumando a lo territorial que es, a veces hace conflicto una cosa con la otra.

---¿Por que tienes un cabello castaño en la camisa? ¿Es de Scammander, verdad?---

---No, Gellert, y no me había dad----

---¡Eso no estaba ahí cuando te marchaste, y no es tu color de cabello!---

---A ver, respira y cuenta como te dije ¿vale? calma.—


Albus es el que hace la comida en casa, Gellert, sin varita, no sabe ni pelar una patata, y eso le hace sentirse inútil, porque depende de Albus para comer. Pero a veces se retrasa en venir del trabajo, o se queda con algún conocido a charlar, y llega a casa tarde, donde se encuentra a Gellert leyendo el periódico con cara de concentración.

---¿Has comido?---

---No.---

---¿Por qué?---

Gellert mira nerviosamente a su alrededor, mientras Albus lo mira desde la puerta alzando una ceja

---Te estaba esperando, no me gusta comer solo.---

Albus solo niega yéndose a la cocina, pero Gellert le oye gritar.

---Pretendes dominar el mundo y no sabes pelar una patata----

Y se tira las tardes diciéndole que le apuntará a un curso de cocina muggle, pero en seguida se arrepiente, porque sabe que es capaz de perder el control y matar a todos allí solo porque no sabe usar un colador.



Los mimos mañaneros están a la orden del día, y es que, muchas veces, Gellert despierta en el pecho de Albus, y por mucho que lo ignore, le transmite mucha calidez, sobre todo que Albus se despierte y comience a pasar las manos por sus blancos cabellos, despienandolos todavía más, pero sin decirse nada. Entonces, suena la puerta y Albus hace el amago de levantarse, pero Gellert lo aferra a él, inmovilizandolo.

---Gellert, tengo que abrir.---

---¡MARCHATE Y DEJANOS, NO PODEMOS ATENDERTE Y NOS ESTAS MOLESTANDO, Y SI ERES SCAMMANDER, EXTINGUETE!---

---¡Gellert!---

---Si, si... no me des otra charla sobre la tolerancia y que no puedo explotar con la gente.---

Cuando eran adolescentes, Aberforth le regala a su hermano una cría de cabra, esperando que así se quede en casa más tiempo y de paso, lo ayude un poco con las cabras.

El problema está en que las cosas empiezan a torcerse cuando le enseña esa cabra a Gellert, y le consigue convencer para que la cuiden juntos, como si fuera su hija.

---Deberíamos llamarla Nieves, porque es Blanca.---

---Albus, no vamos a ponerle nombre a una cabra ni a tratarla como si fuera un bebé humano.---

---Lo sé, lo sé... papá es malo contigo---

Ariana y Aberforth los observan desde una ventana.

---¿Están...?

---¿Haciendo de padres de una cabra? Sí y es hermoso, veo a Albus y Gellert como padres responsables.---



Cuando Gellert había caído oficialmente y estaban juzgandolo, prácticamente estuvo en silencio y paralizado, hasta que se lo iban a llevar a Nurmengard y trató de resistirse pero fue imposible. Clavó su mirada seria en Albus mientras forcejeaba.

---¡Y y tú, no te creas que me voy a olvidar de ti, que esté preso no te da el permiso de salir por ahí a deshoras, y no metas a nadie en nuestra cama, si Scammander se pasa por casa, lanzale unas maldiciones!.----

Toda la corte se les queda mirando, y literalmente los aurores dejan de forcejear cuando Gellert levanta sus manos y se señala el dedo corazón, en el que se podía ver un anillo de casado.

---¡Nos lo prometimos hasta que la muerte nos separase, pero no te creas que te librarás de mi tan fácilmente pelirrojo, eres mi esposo, MI esposo, me da igual estar en una prisión a miles de kilómetros de ti!---

Todos miran a Albus, quien está tapándose el rostro con ambas manos, pues la vergüenza lo puede, al menos él había tenido la discreción de guardarse el anillo antes de ir en el bolsillo, pero se ve que las palabras "Gellert" y "discreción" no van juntas. Ya cuando los aurores se lo están llevando se le escucha gritar:

---¡Cuida bien de nuestros hijos!---

Refiriéndose a unas criaturas que Newt les había encomendado para que cuidaran de ellas en uno de sus viajes. Levantó la mirada para encontrarse con todo el juzgado mirándolo sin saber muy bien que decir.

---...Sé... se que no es un buen momento, pero, ¿puedo solicitar el permiso conyugal para ir a verlo?‐--

Dice con todo su rostro en rojo, ya que pretendía pedirlo alegando que habían sido muy buenos amigos, pero como siempre, si Gellert se mantenía quieto, reventaba.

---Literalmente se ha demostrado que están casados, como medio mundo mágico sospechaba ya, así que.... ¿por qué no?‐--

Y así fue como Albus Dumbledore consiguió su permiso para ir a verlo y reprenderle por el espectáculo que había dado en los juzgados.



¡y ya estaría uwuw!

Letters to the Love of my LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora