Letters to the Love of my Life

Para Lucía uwu

Capítulo para @dumblegay porque es amor y me hace chillar con sus comentarios uwu 💞

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Supongamos que Albus y Gellert se las apañan para verse a escondidas más de una y más de dos veces.

Supongamos que Gellert le avisa que solo será una vez, pero se sorprende así mismo volviendo un día, y otro día, y otro, y otro...

Supongamos que Albus rompe en llanto, como nunca antes cuando Gellert se va, y esa es la razón principal por la que acaba volviendo.

Supongamos que se ha vuelto común el leer juntos en la cama, mientras se toman la mano, y Albus sonríe de oreja a oreja, mientras Gellert refunfuña que es completamente innecesario, pero por dentro experimenta demasiada paz, aparte de que nunca quitó su mano, y Albus lo sabe.

Supongamos que cuando Albus llega de trabajar, se lo encuentra dormido en el sofá con un libro y sonríe echándole por encima una manta dejándole un beso en la frente.

Supongamos que en el armario del dormitorio hay ropa de los dos, y es muy común ver a Gellert paseándose por el apartamento en zapatillas y bata.

Supongamos que llevan una vida normal de pareja.

El caso es que sin saber cómo, parecían haber eludido al ministerio, al menos desde hacía un par de semanas seguidas que Gellert campaba a sus anchas, y no podía estar más feliz.

-¿De veras nadie te espera? Es muy raro.-

Gellert simplemente se encogió de hombros, mirando a su izquierda, el lado de la cama donde estaba el pelirrojo leyendo con aquellas gafas que ya habían sido causantes de varias burlas del rubio.

-No lo se, pero tampoco me importa. Es nuestra mejor racha. ¿Trece días seguidos sin tener que irme? No te quejes.-

Dijo volviendo a su lectura, escuchando una pequeña risa de los labios del profesor. Nunca se lo diría, pero escucharlo reír después de todo lo que había pasado por su culpa, era un regalo de los dioses. No se merecía la risa de Albus.

-Bueno, si dices que no hay nada de lo que preocuparse, entonces me fío.-

Gellert vio de reojo como se sacaba la parte de arriba del pijama. Realmente no sabía que pensarían Vinda y los demás de que llevara tantos días sin aparecer, pero hacia un par de dias que les había mandado una carta avisando de que estaba ocupado y no sabría cuando volvería.

Estaba ocupado estando en el séptimo cielo. ¿No es aburrido? No planeaba nada grande, solo venía del trabajo, almorzaba algo, leía, limpiaba como muggle, preparaba la cena y a la cama.

¿No es raro que la simpledad de su vida lo agradara en vez de aburrirlo? Pues había aprendido a vivir así también, y debía admitir que cocinaba bien al estilo muggle.

Vio de sus labios rosados salir un corto bostezo y le quitó el libro de entre sus manos, dejándolo junto con el suyo en la mesilla de noche. El pelirrojo lo miró interrogante.

-Ya es tarde y tienes sueño, a dormir.-

Parecia más bien su padre, pero estaba preocupado por su bienestar, y era normal que Albus estuviera ojeroso, y sabía de antemano que las noches eran demasiado largas para él.

-Ni si quiera me has dejado acabar el capítulo.-

-Me da igual, duérmete.-

-Gellert...-