Capítulo 20: Cállate

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CAPÍTULO 20:

-Hay muchas maneras de que pasemos tiempo juntas, ¿Sabes, Cinta? Una película, ver Netflix, estar sin hacer nada en alguna de nuestras habitaciones, ir a tomar algo, ir al Retiro, ir a la pastelería de Lolita a comernos algo...

-¿Qué tiene de malo comprar?

-Que siempre termino de compras contigo, cariño- replico- Me podías haber llevado a los ensayos y todo. Que a penas me has dicho como los llevas.

-Si sabes que lo llevo increíble- Cinta echándose rosas, como siempre- Además, que allí no me daría tiempo para que me hablaras de lo importante- la miro y enseguida la entiendo- Maite.

-¿De verdad que me llevas de compras para que te hable de Maite?

-Eso.... Y porque resulta que le he visto unas zapatillas a una compañera increíbles y las quiero...

Lo quisiera o no, tenía que querer a Cinta. Eran esas cosas por las que nos habíamos hecho amiga y la verdad es que, por la que tanto la quería. Teníamos que comprar, está bien... después de todo, era ella la que siempre terminaba comprando algo. La verdad es que no era mucho de comprar.

-Asique... quieres saber como me va con Maite...- esta asiente.

-Sería lo suyo- responde.

-Pues...- resoplo con fuerzas y digo- Mal.

-¿Mal?- asiento- ¿Y eso?

-Ildefonso...

-¿Ildefonso?- ya no me acordaba, que Cinta no lo conocía.

-Sí... el nieto de un amigo gordo de Rosina. Mamá me obligó que saliera con él, que no conocía a nadie y... resultó que era buena persona. Me gusta estar con él.- nada más me escucho aquella frase, enseguida tengo que añadir- Que eso no significa que me guste, no empieces como Maite...

Cinta me para. En pleno camino, me aparta hacia uno de los bancos.

-Pero... ¿Qué es lo que pasó realmente el otro día? Que entre una cosa y la otra, la verdad es que no me atrevía a preguntarte sobre lo que pasó.

Miro a mi alrededor. La gente pasaba a montones aquella mañana. La vida en general estaba encendida en Madrid. Todos caminando en su mundo, pero aunque todo el mundo podría estar en el suyo propio, no puedo evitar preguntarme si llegarían a escuchar que estaba enamorada de una mujer y encima, mayor que yo.

Aunque... ¿qué más importaba?

Éramos Maite y yo las que importaba en ese momento. Algunas personas me escucharían y les produciría asco, aunque más serían las que me escucharían y les produciría desigualdad. Porque era mi vida... y no la de ellas.

-Nos besamos...- y antes que grite Cinta, le tapo la boca- Que estamos en público.

-Ya, lo siento- se aguanta a duras penas- continúa...Perdón. Os habéis besado. ¿Qué ha pasado entonces?- me encanta el autocontrol que finge Cinta diciéndome aquello.

Me río, aunque aguanto la risa.

-El caso es que... me dijo que no podía ser...

-¿Por eso venías como venías el otro día?- por eso venía destrozada, si señor- Pero ¿Por qué no puede ser? No lo entiendo, ¿a caso ella no siente lo mismo?

-No... en realidad, siente lo mismo. Me quiere; ¿sabes?

-¿Entonces?

-Siente lo mismo- vuelvo a repetir- pero...- cojo aire fuertemente y simplemente, para resumir todo, le digo quien tenía la culpa en todo esto- Margarita le comió la cabeza en mi contra antes de irse...

Amor, Pintura y otras cosas //Maitino Fanfic// Acacias 38 COMPLETADO #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora