Capitulo 11: Una visita

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CAPÍTULO 11:

De aquello ya han pasado un par de días. No sé nada de Margarita, cosa que no sé si está bien o está mal, dada la situación. Aunque la verdad es que no es que me importe demasiado. No aparece por el restaurante, que es lo que me importa, ya que si mamá llega a saber, fastidiaría todo.

Aunque, y mirándolo desde el lado positivo, la relación con Maite cambia, pero en el buen sentido. La veo más liberada ante mí y, aunque sigue sin mostrar sus trabajos y más de una vez, la pillo tapando el trabajo en el que está trabajando en ese instante. No me importa, la verdad. Lo único que me gusta es que ahora, eso, la veo más relajada incluso conmigo en las clases.

Por lo que, con el panorama un poco más tranquilo, aprovecho para pasar un poco de tiempo con Cinta que aquella mañana, me pide que le acompañe para probarse la ropa para el espectáculo en el que la han contratado. Asique, aprovechando el hecho, acepto ir con ella. Aunque no sin antes pensar si podría encontrarme con Margarita.

Asique, allí estábamos. Metidas en un coche, en medio de Madrid, camino al teatro donde iba a ser representada la obra.

-Menos mal que a esto me has podido acompañar- Cinta, como siempre, me da la reprimenda- Que entre pintura, restaurante y lo que no, se te hace cara el verte.

-Bueno, ¿qué quieres? Que otras veces has sido tú la que no parabas entre ensayos, estudios y representaciones.- que no siempre había sido yo la que había estado ocupada.

-También es verdad- escucho a Cinta reír mientras conduce- Pero lo bueno es que tenemos un momento para las dos y algo es algo, ¿no crees?- asiento con ella- Y oye, con lo del asunto de Maite y la productora....

-Margarita- me asiente- ¿Quieres saber qué pasa?

-¿Puedo?

Cinta me mira de reojo un momento y la verdad es que no sé si contárselo o no. Había prometido guardar el secreto con Maite y aunque Cinta era una de mis mejores amigas, no es que debiera realmente contarle nada a ella sobre Maite.

-No creo que debiera.- respondo honestamente.

-¿Por qué no?- Cinta me mira, se ríe- Es decir. Que soy tu amiga y sabes que si debo de odiar a alguien porque haya hecho algo malo...

-Bueno, Cinta, para- le digo riéndome llegados a ese inste- Que no es que me haya hecho nada a mí.- todo había que decirlo- Además, ¿odiar a la productora del espectáculo para el que has sido contratada?

-Ahí me has pillado- Cinta asiente- Pero ¿no hay nada de lo que deba... yo que sé... tenerle un poco de secretismo o algo así?

La verdad es que si le decía algo y llegaba a oídos de Margarita, sabría que era yo. Sin embargo, si no le decía nada a Cinta y Margarita descubría que era yo su amiga, podría correr el peligro de que Margarita quizás... ¿usara a Cinta para herir a Maite? De todas formas, se creía Margarita que yo estaba con Maite, ¿no?

-Solo... no le digas nada respecto de mí ni de Maite, ¿vale?- resumo rápidamente- Si te pregunta algo sobre mí, pasa de ella o cambia de tema, sería más rápido, ¿vale?

Cinta no pregunta más, pero asiente fuertemente.

Creo que era lo bueno de Cinta, que se podía contar con ella de aquella forma. Era la típica amiga que si algo malo pasaba, te apoyaría hasta el último momento, pasara lo que pasara, ella no abandonaría tu lado y siempre te apoyaría.

Cuando llegamos al teatro, entramos por la puerta trasera, literalmente. Directamente, dirigiéndonos hacia el camerino, donde vemos que las sastres del lugar están liadas con los trajes del espectáculo. Mantillas, peinetas y trajes de gitanas por todos los lados. La verdad es que crean una especie de belleza única, como llegaría a decir Maite en aquella ocasión. Uno de los presentes, es de Cinta, que se lo prueba nada más llegamos.

Amor, Pintura y otras cosas //Maitino Fanfic// Acacias 38 COMPLETADO #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora