Capítulo 12: Confianza

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CAPÍTULO 12:

-A ver, que malo, malo, no creo que haya sido lo que ha hecho.

-Cinta, que fue literalmente por las órdenes de mi madre. Ni que yo tuviera diez o doce año y estuviera yo que sé... tomando drogas.

Aquella mañana estoy tan enfadada con Emilio que aprovechando que no tengo que ayudar en el restaurante, voy a casa de Cinta a pasar un poco la mañana y, de paso, desahogarme sobre lo que Emilio me había hecho: ir a espiarme a las clases de pintura de Maite. Aunque claro está, que siendo Cinta, siempre iba a tender a defender a Emilio.

Aunque yo era su mejor amiga. Vaya ejemplo que me daba.

Por lo que allí nos encontrábamos, en la habitación de Cinta, tendidas en la cama, comiendo los churros mañaneros que nos había hecho Arantxa:

-Bueno, vale. Digamos que tienes razón- por fin, Cinta parece que me da la razón- ¿Qué razón habría para que fuera a espiarte? Emilio seguramente que tiene más cosas que hacer y mejores que espiarte.

-¿Mi madre?- le tengo que recordar- Que aunque estemos en el siglo XXI, Emilio es mucho niño de mamá y desde siempre ha hecho lo que ella a querido. A mi madre sé yo que no le cae bien Maite y seguramente que buscaba algún pretexto para decirme que no fuera a las clases.

-Bueno, chica... Eres mayor de edad... no creo que tu madre te pueda impedir hacer algo sin su permiso- Cinta tenía razón, aunque con mamá, la verdad es que en aquello no se quedaba.

-Tú no conoces a mi madre, Cinta. Que es una madre muy controladora- resoplo con fuerzas, terminándome el churro- No sé como lo hace, pero es que luego consigue incluso que te sientas mal por no hacer lo que ella dice.

Es que lo conseguía. Era una madre que te impedía hacer realidad tus sueños y luego, no sabía como lo hacía, pero conseguía que pensaras que le habías regañado porque simplemente tú eras un mal hijo. Era difícil de explicar, pero era de esa manera.

-Madre mía, Camino, hija, pintas a tu madre como una villana.

-Es que lo es... por lo menos, ahora mismo conmigo.

Cinta se ríe con mis palabras:

-No sabes si es cosa de tu madre.... Y Emilio simplemente podría haber ido y ver tus obras para ver qué tal ibas... Que es tu hermano.

-Eso lo dices porque es tu querido novio...

-Dale con la tontería...- resopla esta dándome un codazo de regalo- No es porque sea mi novio. Además... supongamos que sea verdad- ¿Supongamos? Alzo la ceja y me río esta vez yo- Aunque sea mi novio, si hiciera algo que yo considerara mal, se lo diría, la verdad.

-¿le dirías a alguien que quieres que está haciendo algo mal?

-¿Yo? Por supuesto- asiente esta rápidamente- ¿O qué pasa? ¿Por qué quieras a esa persona no vas a poder decirle las verdades a la cara?- supongo que en ese tenía razón- Amar a alguien es preocuparse por esa persona, enseñarle que no todo lo que reluce es oro, que a veces, nos podemos equivocar. Es enseñarle a veces, a ver que en la vida, no solo hay un punto de vista, o el que él tiene, que a veces puede haber un mundo entero por descubrir...

-La belleza de la vida...- murmuro en ese momento, recordando las palabras de Maite cuando me hablaba de sus cuadros.

-Exacto- murmura Cinta- Amar a alguien es enseñarle a ver la vida de otra manera y... después de eso... seguir con lo demás. Que la otra persona se abra a ti, que consigas ver a la otra persona de la manera real a la que es... Es entonces que aprenderás a ver quien es realmente esa persona y... finalmente sabrás también, en cierta manera, lo que es el amor...

Amor, Pintura y otras cosas //Maitino Fanfic// Acacias 38 COMPLETADO #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora