Capítulo 28: Agobio

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CAPÍTULO 28:

A la mañana siguiente, y habiendo casi dormido dos horas en toda la noche con todo el drama que tengo encima, me levanto a las seis y salgo a correr. Sí, hacía literalmente que no salía a correr. Hacía los ejercicios que podía cuando tenía tiempo y me acordaba, pero a correr, literalmente, no salía desde hacía más de un año. Es que casi a mí me resulta raro volver a hacerlo, si tengo que ser sincera. Sin embargo, y con la que tenía encima, correr y liberar tensiones era lo mejor que podía hacer en ese momento

Tomo camino al Parque del Retiro. La mañana amanece un poco mejor que el día anterior y aunque es temprano, ya se nota el calorcito, cosa que aprovecho. Hay poca gente, la mayoría, son corredores como yo, que han aprovechado el día para salir a hacer un poco de ejercicio. Lo normal, podríamos decir, hasta que de repente, escucho a lo lejos:

-Camino Pasamar haciendo ejercicio. Ni me lo creo.

Es Cinta, que como yo, también ha salido a hacer ejercicio en la mañana.

-Buenos días- la saludo con una sonrisa- ¿Qué haces aquí?

-Lo mismo te pregunto- bromea esta- Te hacía en la cama.

-Ya, bueno, mucho drama, la verdad...- no me hacen falta muchas palabras para que Cinta se de cuenta de lo que estoy intentando decir.

-¿Emilio?- le asiento- ¿Qué pasó con él al final cuando te dejé? He intentado hablar con él, pero no me deja y entre los ensayos finales de lo de la obra y demás, como que ni me ha dado tiempo a preguntarte.

-Pues... en resumen, sabe lo mío con Maite.

Cinta abre los ojos, de par en par, asombrada:

-Dios. ¿Se lo ha dicho a tu madre?- niego.

-No. Y menos mal que no lo ha hecho porque si no, ya entonces tenía que huir de casa, de Acacias, de Madrid y del país en general.

-Me imagino- resopla Cinta- ¿Y tú como estás? Porque la cara de amargada, la verdad es que se te nota...

-Es que... como que estoy un poco, Cinta.- tomo aire, la miro- Por primera vez en mi vida, siento que no tengo nada bajo control, ¿me entiendes?

Cinta no dice nada, pero si que se acerca y me ofrece un abrazo como consuelo:

-Lo siento muchísimo, cariño. De verdad que lo siento.

-No pasa nada- suspiro- SUspongo que estos son los momentos que te pone la vida para hacer frente- y cambiando de tema- ¿Y tú? ¿Qué tal? ¿Cómo te va la vida?

-Nada. Ensayos y más ensayos- responde esta- Intrigada si volveré a ver a Margarita.

-¿Margarita?- la miro confusa.

-¿La ex de tu novia?- casi se me había olvidado con todo esto.

-¿Y por qué quieres volver a verla?- me río cuando dice aquello.

-Bueno, sabiendo lo que pasa...- Cinta me mira, resopla aguantándose la risa- En fin. Que ya que me acuerdo y estás aquí. ¿Me acompañas esta tarde a la sesión de pintura de mi madre?

-¿La sesión de pintura?

O había dormido muy poco aquella mañana o Cinta no se especificaba.

-El cuadro que le va a hacer Maite. Que han quedado esta tarde. ¿Por qué no te vienes? Estas con Maite y de paso, estás conmigo. Porque conociendo a mi madre, no aguanta más de cinco minutos sin traer alguna historia vergonzosa de mí...

Sonrío y asiento.

Sí, quizás una tarde lejos de casa podría ayudar.

-Claro- asiento- ¿Por qué no?

Amor, Pintura y otras cosas //Maitino Fanfic// Acacias 38 COMPLETADO #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora