Capítulo 21: Juntas

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CAPÍTULO 21:

Maite me conduce hacia su cuarto, si decir palabra, aunque no hacía falta en aquel momento. Sentía mi corazón latir como nunca antes. Nervioso, contento y excitado, sentía cada latido en mis oídos que se hacían más fuerte cada vez que miraba nuestras manos entrelazadas.

Entramos en su cuarto. No sé lo que hacer, lo que decir; asique, dejo que sean mis acciones las que hablen por mí en ese instante.

Asique, nada más estamos allí, las dos juntas cuando Maite cierra la puerta, la tomo y con un beso, la empujo contra la pared. Esta me toma con fuerza. Noto sus manos en mi cintura, en mi espalda desnuda mientras siento sus dedos apretando contra mi piel. La respiración se hace más fuerte, sus labios en los míos. Escucho su respiración, volviéndose cada vez más fuerte y cuando tomo su rostro, alzándolo hacia arriba, enseguida escucho como Maite deja escapar un leve gemido que me vuelve loca.

Beso cada centímetro de su cuello, huelo su perfume a vainilla y con la mano suelta, quito la gomilla que sujeta su cabello y pronto, como Diosa alguna, se alza una imagen de Maite nunca antes vista.

-Eres bellísima- le digo sin dejarla hablar con mis besos.

Bajo mis manos, destino a su cintura. Su piel, suave y tersa se estremece con mi tacto y cuando llego a sus pantalones, pronto caen al suelo. Maite se queda en ropa interior delante de mí. Y Dios, como me encanta lo que veo.

Maite me mira, en aquel momento, ambas sentimos lo mismo.

Queremos a la otra como agua para calmar la sed; y como agua para calmar la sed, tomo sus besos otra vez. Tomándola con fuerza para llevarla hasta la cama donde caemos. Ella bajo de mí, empujándome para llevarme hasta el centro de la cama donde es su turno de deshacerse de mis pantalones, dejándonos finalmente con las últimas prendas que tenemos que deshacernos: nuestra ropa interior.

De esta manera, me alzo sobre ella, sentándome sobre sus piernas. Mis manos, aunque temblorosas, se alzan sobre su cuerpo. No hay un centímetro que no quiera recorrer. Ni un centímetro que quiera sentir bajo mi piel.

-Camino...- susurra mi nombre,

Pero apoyando las yemas de mis dedos sobre sus labios, la callo. Niego.

-No digas nada- le digo mientras me alzo sobre ella.

Soy yo la que me deshago de mi sujetador, lanzándolo fuera de la cama. Como el día de la pintura, sus ojos se maravillan al verme, aunque esta vez, es diferente. Tomo sus manos, colocándolas sobre mi cuerpo.

-Quiero sentirte- le doy mi permiso.

Y esta no lo rechaza, pues se alza hacia mí y me empieza a besar. Noto sus manos sobre mi pecho, acariciándolos lentamente. Sus pulgares juegan conmigo y lentamente, a medida que el beso va subiendo de pasión, a medida que mis manos la rodean, siento ese cosquilleo, esa pasión, nacer en mí. En otras palabras, sentía como me ponía todo aquello.

La empujo entonces. Maite cae en la cama, respiración agitada, mientras ahora, soy yo quien toma el control.

La beso, y bajando por su cuerpo, noto que sus manos me agarran, pero no la dejo. La tomo, alzándola por arriba de su cabeza. Mis labios besan los suyos, noto su lengua en la mía, antes de ir bajando por su cuerpo. Su mejilla, su cuello mientras mis manos la acarician. Su pecho subiendo y bajando cuando mis manos se paran sobre sus pechos. Aunque esta su sujetador por medio, noto sus pezones, erectos. Está con tantas ganas como lo estoy yo. Asique, me deshago de él y pronto, el cuerpo semidesnudo aparece delante de mí.

Tanta belleza, solo para mí.

Beso su pecho, notando el movimiento que hace hacia arriba Maite cuando la beso con fuerza, cuando la muerdo y rezo porque aquello no deje marca a la mañana siguiente. Juego con mis labios, en su piel, intentando guardar cada centímetro que toco, que siento mientras escucho Maite intentando aguantar sus gemidos que se empiezan a escuchar. Notando como toma las sábanas bajo nosotras cuando juego con su pezón y su cuerpo reacciona alzándose hacia mí.

Amor, Pintura y otras cosas //Maitino Fanfic// Acacias 38 COMPLETADO #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora