|| ¿Me Recuerdas? : Truewos : FINALIZADA : ✅✅ ||

🍂 [12] 🍂

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☘️ Valentín ☘️

—¿Qué? — preguntó desconcertado ante lo que escucho.

—Quiero saberlo todo. — dice. —Necesito saber la verdad. — habla serio y suplicante a la misma vez.

—Mateo yo... — murmuró sin saber que contestarle. —No puedo decírtelo, lo siento. — me excuso, pero él se toma a mal mi respuesta.

—Ya estoy harto de que no me digan nada. — gruñe enojado.

—Mateo entende que es por tu bien.

—Si, para mi bien. — cometa con un notorio sarcasmo. —Si en verdad me quisieran no me ocultaría nada. — susurra. —Pero que van a saber ustedes, de cómo se siente despertar sin saber cual es tu puto nombre o porque estás en un hospital sin conocer a nadie tu alrededor.

—Teo. — le digo queriendo acariciar su cara, pero golpea mi mano haciendo que la aleje. —No penses asi, si te ocultamos cosas es porque queremos que recuerdes todo por tu propia cuenta. — trato de hacerlo razonar. —No deseamos que todo te caiga como un balde de agua fría.

—Y vos decime, ¿cuando va suceder eso? — pregunta. —Ya han pasado varios meses y mi memoria sigue sin regresar. — dice. —A veces recuerdo pequeñas cosas, pero no son lo suficientemente claras y me frustra no saber qué significan realmente. — confiesa.

—¿Y qué es lo que recuerdas? — le pregunto curioso.

—Son pequeños flashes y vos estas en la mayoría de ellos. — dice desviando la mirada, a lo que yo le hago una señal para que continúe hablando. —H-hay uno en p-particular. — tartamudea. —Estamos en lo que parece ser tu casa, vos me abrazas mientras me besas, yo por mi parte te hago mimos. La situación parece subir de tono cada vez más y terminamos cogiendo. — susurra avergonzado esto último, ya que se nota porque sus mejillas adquieren un color rojizo. —Lo demás que recuerdo es casi igual, vos y yo, besándonos, tocándonos o simplemente en silencio, disfrutando de la compañía del otro. — dice y juro que siento un pequeño calor nacer en mi pecho. —Es curioso cada vez que recuerdo esas escenas hay algo dentro de mi que se remueve, como una ligera emoción, aunque al mismo tiempo siento un extraño vacío y me es bastante confuso. — agrega. —A veces trato de no tomarle mucha importancia, pero no puedo hacerlo. No sabes las ansias que tengo de tratar de olvidar todo y comenzar de nuevo pero vos no me dejas.

—¿Me estás diciendo que me alejé de vos? — pregunto desconcertado.

—Si y no. — responde. —Hay una parte de mi que te quiere lejos y hay otras que te quiere... — dice. —Aunque siendo sincero, te necesito Valentín, necesito que estés a mi lado, pero tampoco puedo estar tranquilo sin entender qué es lo que pasa. — murmura, haciendo una ligera pausa para continuar. —Por eso te pregunto, ¿que somos Valentín? Si no queres responderme... entonces te pido que te vayas. — finaliza dejándome entre la espada y la pared.

No quiero alejarme de su lado, pero tampoco puedo decirle la verdad.

Mateo al ver que guardó silencio parece desilusionarse: —Entiendo. — murmuró cabizbajo. —Andate Valen, no quiero verte más. — ordena.

Sus palabras se clavan como un puñal en mi corazón y mis impulsos me dominan, por lo que sin pensarlo lo tomó del cuello y lo beso. Nuestros labios a pesar de llevar mucho tiempo separados siguen encajando a la perfección, nos movemos lentamente, el beso es bastante torpe a decir verdad, los labios de Mateo no parecen querer cooperar o tomar el ritmo, así que soy yo quien toma el mando de la situación.

Luego de varios minutos nos separamos, al hacerlo me doy cuenta de cómo los ojos de Mateo empiezan a cristalizarse, y esto no me da una buena señal.

—¿Y bien?, ¿no sentistes nada? — le pregunto, esperando que su respuesta sea afirmativa.

—No. — me responde. —N-no sentí nada. — suelta en medio de un sollozo. —P-perdóname Valentín. — se lamenta llorando.

—Eu, no tienes porque disculparte. — le digo, en un intento de abrazarlo, pero él no me deja que me se le acerque.

—Quiero que te vayas Valentín. — me ordena, y es cuando entro en pánico.

—Mateo espera, voy a decírtelo todo, solo no me pidas que me vaya. — respondo alterado.

—No ya lo he decidido, quiero que te vayas. — sentencia. —Ya no me busques más. — agrega, al ver como no parezco reaccionar. —Valen te hago mal, no es sano que estés conmigo. — murmura por lo bajo.

—Mateo. — susurró, sintiendo como las lágrimas amenazan con salirse de mis ojos. —N-no me pidas eso p-or fa-vor. — le ruego con la voz quebradiza.

—¿Acaso no lo entendes? — pregunta molesto. —¡Andate de aqui Valentín!, ¡ya no te amo! — grita y es cuando mi corazón se hace pedazos.

Me quedo inmóvil sin creerlo, esto no puede estar pasando, lo nuestro no puede terminarse de esta manera.

—¿Pero qué es lo que pasa aquí? — pregunta Pedro entrando a la habitación. —¿Por qué gritas Mateo? — le pregunta.

—Nada, solo que Valentín ya se va. — responde como si en realidad no sucediera nada.

—Valentin, ¿me podes decir que mierda pasa? — esta vez me pregunta a mi, pero no soy capaz de contestarle.

—Que te lo cuente él. — digo apenas poniéndome de pie. —Después de todo, ya no soy bienvenido en esta casa. — continuo empezando a llorar. —Así que adiós. — me despido.

Haciendo caso omiso a las palabras de Pedro de que me detenga, y le cuente qué es lo que sucede, rápidamente salgo de la casa, para entrar a mi coche, y lo enciendo lo más rápido posible para irme.

No sé si hago bien, pero tengo que respetar lo que Mateo quiere, si ya no desea verme e iniciar desde cero, está bien. Después de todo solo quiero que se ha feliz y no me importa que su felicidad no esté conmigo. 

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