Alonso despertó, eran las 3 am, y había despertado llorando, pero no quiso despertar a Jos, así que solo decidió ir al baño.
Sé miró al espejo y varias lágrimas resbalaron por sus mejillas.
No sé qué voy a hacer- susurro con la voz quebrada.
Lavó su cara con agua fría y salió del baño.
Ay Alonso, me asusté, pensé que te habías ido- dijo José un poco adormilado.
Sólo entré al baño... duerme- dijo Alonso sonriendo a medias
Se recostó, y José lo abrazo.
...
Alonso caminaba por las calles del centro de la Ciudad. Tenía que encontrar trabajo, ya que quería rentar un departamento, no viviría por siempre en la habitación de José.
Había dejado muchos currículums en todas las tiendas que pudo, pero no tenía experiencia en nada, así que era difícil conseguir un empleo.
Camino mucho, hasta llegar a la escuela, ya que no tenía suficiente dinero para el transporte público.
Fue a su casillero, tomó sus libros y camino para el aula en donde le tocaba clase.
Pero hubo algo que se lo impidió, José estaba con otra chica, una nueva.
Se estaban besando muy intensamente, casi tenían sexo ahí mismo.
No puedo tener un día peor- dijo el ojiazul y se dirigió a su clase.
Después de aquella clase, se dirigió a la biblioteca, y comenzó a leer un libro sobre la depresión, y cómo controlarla.
Dios.....el mundo siempre está en mi contra- dijo Alonso con lágrimas en los ojos, pero decidió no derramarlas, solo las limpió.
Un chico tomó asiento en la misma mesa que Alonso, tenía pinta ser bastante rebelde, ya que solo miraba a la encargada de la biblioteca con burla.
En serio te gusta venir a esta estúpida biblioteca?- preguntó aquel chico, su voz era sexi, muy gruesa.
Es la única opción- contestó Alon con una sonrisa tierna
Yo sólo vengo aquí cada que me castigan, mi padre es el director, y pues..... sólo lo "obedezco" - dijo el chico.
Yo no vengo seguido aquí.... sólo hoy no me siento bien-
Quieres salir de éste horrible lugar?- dijo el joven
Te dejan salir?-
Lo averiguaremos- río aquel chico, tomó la mano de Alonso y salieron de la biblioteca, de la manera más rápida que pudieron.
Por cierto, me llamo Mario-
Yo me llamo Alonso- ambos sonrieron y salieron de la escuela.