PISTA 13 THE LAST TIME (4:56)

3.2K 188 6
                                    

(3/3)

Daniela Calle

«Follar con Poche ha sido un error… Un error que voy a cometer una sola vez…».

Me repetí esas palabras durante toda la mañana hasta que casi me las creí, hasta que entré en la clase en la que me estaba colando los últimos días: diseño de postres. Saqué un delantal del estante y me senté en la parte de atrás, esperando que no hubiera prácticas hoy, pues entonces no habría un lugar para mí, pero, para mi sorpresa, habían preparado uno con mi nombre.

Presa de la incredulidad, di un paso adelante con vacilación y pasé los dedos por las letras para asegurarme de que era real. Solo entonces, vi que había una nota al lado de mi nombre. Así que la abrí para leerla.

« ¿No es irónico que la mejor alumna de la clase no esté realmente en clase? No te acostumbres, será solo durante el verano.
Chef Brandt.

P. D.: Quiero comentar contigo algunos programas de escuela culinarias que podrían ser buenos para tu futura carrera».

Levanté la vista y lo vi asentir con la cabeza desde el frente de la clase, en una rápida señal de aprobación. Agradecida, saqué la tarjeta con la tarea del día, esperando que fuera algo lo suficientemente complicado como para dejar de pensar en Carter.

«Tarea del día: Hacer un soufflé usando solo los ingredientes que hay en la nevera. El tema de hoy es: “Pasión inquebrantable. Solo una noche”».

Dejé caer la tarjeta al suelo.
Horas más tarde, después de que el profesor me hiciera completar algunos cuestionarios para solicitar plaza en los cuatro mejores programas culinarios del mundo, me encontré paseando descalza por la orilla, dejando que la cálida brisa me envolviera.

No importaba nada lo mucho que hubiera intentado a lo largo del día pensar en otra cosa, lo que fuera, los apasionados besos y las caricias de Poche seguían asaltando mi mente. Supuse que lo que decían sobre ella y el sexo —que le gustaba experimentar cosas salvajes y sucias— era cierto, pero una parte de mí no podía evitar pensar que lo que había ocurrido la noche pasada entre las dos había sido algo más que lujuria.

«No, basta… Es solo sexo… Solo somos amigas…».

Saqué el móvil y llamé a Paula.

— ¿Sí? —Respondió al primer timbrazo—. ¿Qué tal estás?

— Bien. ¿Y tú?

— ¡Genial! Estoy deseando que llegue mañana por la noche. Mañana pienso dejar en tu casa algunas bebidas y bocadillos de camino al trabajo, para poder beber algo antes y después de ir al club. Incluso podemos ver algunas pelis.

— ¿Dices en serio lo de tener una fiesta de pijamas después de salir?

— Absolutamente. Quiero compensarte por haberte dejado colgada en la fiesta de Johan.

— No me importó, en serio. Sin embargo, aprecio tu idea.

— Deja de ser tan amable, sé que soy una amiga terrible. —Había una sonrisa en su voz—. Llegaré alrededor de las ocho, ¿vale?

— Vale…

— Espera un segundo… ¿Por qué tienes esa voz?

— ¿Qué voz?

— Parece como si estuvieras triste o deprimida o algo así. ¿Estás bien?

«Me he acostado con Poche… Díselo… Me-he-acostado-con- Poche».

Sin embargo, no pude decirlo. Quería hacerlo, pero una parte de mí, una parte muy poderosa, me decía que me reprimiera.

— ¿Daniela? —preguntó—. ¿Calle? ¿Estás ahí?

Sinceramente Calle y Poche - Adaptación caché. (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora