Sinceramente Calle y Poche - Adaptación caché. (TERMINADA)

PISTA 25 COME BACK... BE HERE (2:58)

MARATÓN (1/2) DEDICADO: HarolinVillar
Por todos sus elocuentes comentarios.

María José

Estuve actualizando la bandeja de entrada una y otra vez, esperando una respuesta de Dani, aunque sabía que no habría ninguna.
Algún tiempo después, estaba sentada en un reservado en The Book Bar fingiendo escuchar lo que decía mi prima mayor, Valentina. Era la única persona de mi desintegrada familia con la que hablaba de vez en cuando. Había estado a mi lado cuando perdí a mi padre, cuando mi madre se marchó y se molestaba en visitarme al menos dos veces al año, sin importar lo ocupada que estuviera.

Sin embargo, llevábamos sentadas en el reservado durante más de una hora, y lo único a lo que le había prestado atención fue al primer saludo. Todo lo que me había dicho después estaba borroso en mi mente.

—¿Poche? —Agitó la mano frente a mi cara para captar mi atención—.¿Dónde estás? ¿Me escuchas?

—Apenas… Perdona. ¿Qué estabas diciendo?

—Nada. —Negó moviendo la cabeza—. Pero ahora que tengo tu atención, creo que lo que necesitas es echar un polvo. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que follaste?

—¿Quién sabe? Todos los días parecen iguales.

—No digas que no te advertí sobre la escuela de leyes, ya te dije que era mortal.

—Pero ¿tú no eres abogada?

—Todos los abogados pensamos lo mismo —se rio—. Estoy segura de que tu padre se sentiría orgulloso y que te ve desde ahí arriba… Seguramente se dé palmadas en el pecho mientras proclama: «¡Esa es mi chica! ¡Lleva la sangre de los Garzón!».

—Mi padre a veces era un coñazo.

—Sin duda. —Bebió un sorbo de la cerveza—. ¿Cuál es la verdadera razón por la que pareces una gata apaleada? Siempre que vengo a verte, salimos de juerga, pero esta vez no estamos haciendo nada, solo hemos paseado por la playa antes de beber unas cervezas.

—Suena fatal…

—Sí para alguien como tú. ¿Qué te pasa? Por favor, no hagas que tenga que adivinarlo…

—Puedes intentarlo si quieres.

—Vale, genial… —Pidió otra ronda de cervezas—. En realidad no quieres ser abogada, sino ser mochilera y recorrer el mundo o ser fotógrafa erótica para ganarte la vida.

—¿Qué? No… Me gusta la escuela de leyes. De hecho, voy muy avanzada en  todas las materias.

—Solo estaba elucubrando. —Se rio—. Vale, no, espera… Ya lo tengo. ¿Te ha dejado otra pareja por ser gilipollas?

—Por sorprendente que resulte, no.

—Vale, entonces… ¿te ha plantado otro ligue por hablarle demasiado de Daniela?

Apreté los dientes cuando mencionó el nombre de ella.

—¿Otra vez eso, Poche? —Negó con la cabeza—. ¿Cuántas veces vas a seguir cometiendo ese error? En serio, hablan demasiado.

—No se trata de eso. —Le hice una seña al camarero para que sirviera otra ronda.

—Bueno, si no es eso…, ¿de qué se trata?

—Has dicho que querías adivinarlo.

—Cierto… Mmm… No sé, chica… ¿Qué pasa? ¿Te has enfadado por algo con Daniela?