//Ramé// - [2yeon]

32

Jeongyeon

Definitivamente ella no se esperaba que yo estuviera aquí.

Y definitivamente esa que veo es mi chaqueta.

La verdad, en otro tiempo, que usarán mis cosas después de sólo prestarles por un momento, me enfurecía y disgustaba, pero cómo siempre, con Nayeon es diferente. El verla atrás de ese escritorio sentada, viéndome como si hubiese visto un fantasma, pero con mi chaqueta, me daba una grata satisfacción.

Se podría decir que, cualquiera que la vea con esa chaqueta masculina diría que Nayeon ya está con alguien, y que ese alguien era yo... esa idea extrañamente me gustaba también.

Me dirigí a pasos lentos hasta el recibidor donde se encontraba Nayeon, de la cual no aparte casi la mirada, la amiga castrosa, ósea Jihyo, y la Hija de Zhou, Tzuyu.

–Buenos días –dije educadamente–

–B-Buenos Días –dijo Tzuyu mientras veía a sus amigas espantadas ¿por qué será? –

–Quiero mis cosas, por favor

–S-Si en un s-seg-segundo

–Permíteme –dijo Jihyo con una sonrisa maliciosa. De abajo saco mis llaves de locker y regadera, una toalla y una bebida energética–

Creí que me las iba a dar a mí cuando estas cosas estuvieron a la vista pero en cambio sólo se dio la vuelta a donde Nayeon y le dio las cosas a ella.

Jihyo me caes menos mal ahora.

–Ten, Nayeon, ayuda a Chewy –le dio las cosas y se giró a donde Tzuyu para abrazarle por el cuello y darle "besitos"– Mi Chewy está muy cansada –rio bajito–

–A-Amor... Estoy trabajando –dijo avergonzada–

Desvíe mi mirada después del "me da igual" proveniente de Jihyo hacia su tímida novia seguido de más besos empalagosos y me centre en Nayeon, la cual estaba toda colorada con la mirada desviada y las cosas aun en sus manos, estaba temblando pero al mismo tiempo estaba rígida.

–Emn... Nayeon –dije con calma, Nayeon me vio por unos segundos de una manera tan malditamente tierna que no fui capaz de dejar de sonreír aunque después volviera a desviarla–Necesito mis cosas

–Oh-oh s-si claro –se acercó y me extendió las cosas, cuando lo hizo, nuestras manos se rozaron–

Muy suaves. Nayeon, como si fuera fuego, quito las manos y sonrojada volvió a bajar la mirada.

–Gracias –mire de nuevo a sus amigas quienes... Estaban comiéndose hasta el alma y después volví a ella que también había visto dicha escena y me miraba, casi diciendo "perdón", reí débilmente por la ternura de Nayeon–

Hice un ademán para que viera que no me importaba y después me dirigí a ella.

–Nos vemos

–S-Si... Este... te espero en casa –dijo con duda–

–Claro –le sonreí y comencé a caminar–

¿Se me olvida algo? Oh sí, Mi maldad

–Por cierto, Nayeon –me miro– linda chaqueta... te queda perfecta

Dicho y hecho, entre al gimnasio con la mejor de mis sonrisas.

Comencé con mi calentamiento normal de pesas y un poco de cardio, necesitaba mantener la forma y si quería seguir comiendo toda la riquísima, y "grasosa", comida que preparaban Mina y Chaeyoung en sus parrilladas, debía empezar a pasar más tiempo en este lugar.

Me fui a la zona de las sogas, cuerdas y llanta pesada, necesitaba mantenerme "tonificada". Terminé y como siempre estaba asquerosamente bañada en sudor, tome mi toalla y me seque las manos y los brazos, después me la puse en el cuello y me seque la cara.

Fue muy buena idea girar mi rostro para observar que desde la recepción tenía un par de ojos almendrados comiéndome sin pudor. Sonreí de lado y luego tome algunos tragos de mi botella de agua, algo normal pero que extrañamente hizo que Nayeon se mordiera el labio.

Me reí un poco por aquello y después comencé a guardar mis cosas, mi teléfono comenzó a sonar y lo saque de mi mochila.

Tiger✌🐯

Contesté de inmediato.

–Hey

–Hey ¿estas lista?

– ¿Cómo no estarlo? estoy en el gimnasio de Zhou, traje ropa para cambiarme y ducharme

–Vale entonces ¿cómo en cuanto te recojo? ¿10, 15, 20?

–dame 15 minutos y te veo en la puerta

–Vale, en 15 llegó y más te vale verte increíble, es un día importante

–Chae, Chae... Yo siempre me veo increíble

–si eso dices tú, tarada

–tu tranquila, la pequeña Sana vera llegar a la tía más genial e increíble que ha visto en su corta vida