Tío Joey

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Era de nuevo su día libre, domingo. Perfecto para Joey.

Despertó a las 9 de la mañana, se dió un baño y se vistió, nada formal, solo una camisa blanca algo percudida debido a que esta era vieja, y unos pantalones de misma calidad.

Joey bajo a la cocina y observó todo su alrededor, nada estaba hecho un desastre ya que no era alguien que le gustaba vivir en esas condiciones. Aunque tenía que admitir que limpió todo el polvo la semana anterior y este volvió por todo el lugar.

Puede pagar para que le hagan de comer, le cuiden el jardín, le cuiden los perros e incluso pagar servidumbre, pero a él le gustaba hacer todo eso, le gustaba tomarse tiempo en cada una de esas actividades ya que es alguien perfeccionista a lo igual que detallista y cree que nadie puede hacer mejor el trabajo, que uno mismo.

Sin más pérdida de tiempo, dejó la cubeta de agua en el suelo y tomó un trapo dentro de esta para exprimirlo y comenzar a limpiar la mesa.

Las horas pasaron y casi terminaba, solo que ahora estaba teniendo un problema con una diminuta mancha sobre el suelo, tanto que tuvo que arrodillarse y tallar con todas las ganas pero esta seguía ahí.

- ¿por qué no se quita? - habló en un tono molesto y continuó tallando.

Seguía quejándose ya que esta no se quitaba con nada, ni siquiera un químico, se dio por vencido y justo en el momento al reincorporarse, sono el timbre.

Joey tuvo que ir a ver ya que la gente era desesperada y eran capaces de talvez tirarle la puerta.

Abrió esta y notó a Henry a distancia al otro lado del cancel saludandolo con una mano y al parecer iba a abrir.

Joey fue hasta sus mascotas, estos se alegraron de verlo pero Joey los tranquilizo y volvió a mirar a Henry

- ¿Qué haces aquí? - le gritó a distancia

- ¿Acaso no puedo visitar a mi mejor amigo? - preguntó Henry, Joey sabía a lo que iba..

- No! - respondió - desde que te casaste con la mula solo vienes aquí por intereses personales, aléjate o suelto a los perros, Stein. - dijó señalando la cadena que sostenía a los 6 perros ya que estos atacaban cuando se los pedía.

Henry no hizo caso y abrio el cancel, Joey soltó la cadena y los perros corrieron. Una niña pequeña entró antes que su padre; Melissa, su "sobrina" de apenas 5 años. Joey no se lo esperaba pero ya era tarde, los perros se abalanzaron sobre ella y la comenzaron a lamer sobre el suelo alegres de verla.

El anterior mencionado corrió hasta ella y la cargó entre brazos y esta solo se limpiaba la cara dando una que otra risilla.

- Melissa ¿estas bien? - preguntó el mayor limpiando su carita

- Sí - la niña respondió con una sonrisa dándole un besito en la mejilla a su "tío"

Henry entró y saludó a su amigo

- Joey, amigo, ¿qué tal? -

- ¿qué quieres? -

- lo mismo de siempre. -

- acaso crees que soy tu nana.. o, o qué? - Joey habló ligeramente molesto bajando a Melissa.

Antes de poder decir algo, la manada de Henry entró corriendo para saludar a su tío.

- Tío Joey! - todas gritaron

- Sofía! - El mencionado atrapó a la niña de 6 quien había dado un salto para cancharse a sus brazos - Luci - otra niña de 7 y - Alicia - otra pequeña de 4 años.

Bendy and the ink machine shit.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora