Joey iba entrando tan sonriente y tan campante a la biblioteca pública de su localidad, realmente ha estado teniendo un mal momento ya que Henry había abandonado el proyecto de esta famosa caricatura y partió fuera de la ciudad, además de varios aprietos financieros.
Pero bueno, se tragaba todos sus problemas y frustraciones y las ocultaba con una sonrisa para que nadie lo notara, y ha funcionado toda la vida.
Saludo a la amable anciana de la biblioteca como casi siempre lo hacía, pregunto por algún libro y siguió sus indicaciones llegando a alguno de los libreros. Justo antes de tomarlo notó a unos centímetros un libro de pasta gruesa y con cubierta de piel. Tomó ese y le hecho un vistazo. Parecía interesante aunque claramente era algo sobre el satanismo.
— Oiga Joey, yo no le recomendaría meter las narices a ese libro. No creo que sea bueno que usted se involucre en esas cosas o.. lo que pueda pasar, tenga cuidado — mencionó la anciana que salió detrás suyo de un de repente
— Oh, no se preocupe. Solo, voy a hojear unas páginas y lo pondré en su lugar. — sonrío bastante amable y se fue a sentar.
2 horas después salió con ese libro directo al estudio llamando al tal Thomas Connor y al día siguiente todos estuvieron escuchando sus nuevas ideas, como una máquina de tinta.
Haganle caso a las viejitas 👼🏼