Rosie Donovan, la segunda de los hermanos Donovan.
El enigma familiar, la alegría y destello especial. Eso poseía Rosie.
¿Qué le pasó?, ¿Qué hizo?, ¿Qué decisiones tomó?, ¿Por qué hizo eso?, ¿Está viva?
Las personas especulan respecto a lo que en re...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Por cuánto tiempo más pensabas mantener tu secretito de Thomas?
La observé caminar de un lado a otro en mi habitación, había exasperación en sus palabras y estaba indignada porque lo oculté algo como esto. Su pregunta había salido disparada de un momento a otro, después de haber deambulado en silencio por mi pieza hasta que analizó las palabras que usaría. Mientras tanto, yo me había dedicado a observarla con los brazos cruzados recargada contra mi puerta, viajando mis ojos de derecha a izquierda conforme a los pasos que Renata daba.
Solté un suspiro dramático y me encaminé hasta mi cama, donde me dejé caer de espaldas—. Hasta que se lo dijéramos a Derek.
Se paró en seco y me miró con el ceño fruncido—. ¿Tu hermano? —inquirió genuinamente curiosa, con el entrecejo contraído y los labios curveados como si fuese absurdo.
Asentí con la cabeza y arqueé una ceja ante de gesto—. ¿Por qué esa cara?
Rodó los ojos y enderezó el rostro, se humedeció los labios y camino hacia mi dirección—. ¿En serio se esconden de tu hermano, Rosie? Me parece estúpido, estamos en pleno siglo veintiuno, eso de que el hermano se molesta, ya pasó de moda.
—En tu tierra —gruñí—. No comprendes la situación Ren, los tres hemos sido tan unidos desde siempre y me da miedo la reacción que pueda tener Derek, su mejor amigo y su hermana en una relación. Es muchísimo por digerir. Me da miedo que por culpa mía se peleen o peor aún, que no tolere vernos juntos. Sabes cómo adoro la relación de Derek y Thomas...
Renata suspiró fuertemente y se pasó la mano por el pelo rubio—. Bueno si, tienes algo de razón, se han criado juntos y si es mucho por digerir, yo no me lo podía creer, pero Derek no es estúpido, creo yo que es lo suficientemente maduro como para aceptarlo y digerirlo a la perfección, ustedes, los Donovan, si algo son, son compresivos, a pesar de ese rostro gélido que tienen Derek y tú... —se celular vibró y esta lo tomó deprisa—, me tengo que ir, André me pidió que lo acompañará.
Asentí con la cabeza y me puse de pie para acompañarla hasta la puerta. Una vez que se fue cerré la puerta, mi celular comenzó a sonar, una y otra vez, corrí escaleras arriba y lo tomé. Mi corazón se detuvo por un momento y me sorprendí bastante.
Luna Castillo.
Respondí rápidamente.
—¿Luna? —fruncí el ceño.
—Bailarina —dijo con alivió—, necesito que vengas rápidamente aquí, tu hermano está en el bar del pueblo, rodeado de putas.
Bufé y me froté la cara con exasperación—. ¿Borracho?
—Hasta las...
—Bien, ya entendí, ahora voy.
—Será un gusto volverte a ver bailarina.
Dicho eso cortó la llamada. Suspiré sintiendo como mi corazón se comenzaba acelerar con el hecho de volver a ese lugar de mierda. Pero por mi hermano daría mi propia vida.