EPÍLOGO

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   Incluyo aquí el escrito que encontré en el diccionario filosófico y después en la Internet.

Es importante tener presente que éste escrito no es el mensaje que me fue transmitido, fue la herramienta que propició el que yo fuera seleccionado como receptor de los recuerdos que plasmé en dos novelas; las que al recrear los hechos, circunstancias y personajes de esos recuerdos, transmiten un mensaje que propone sorpresivas versiones de relatos bíblicos y académicos sobre Dios, la creación universal, la vida, la evolución de las especies, las religiones, el Nuevo y Viejo mundo, las culturas madre, y otras creencias que vinculan nuestro presente con nuestra historia y con el Universo.

Ensayo de Juan José Egúsquiza

La primera manifestación de la voluntad de Nuestro Padre fue La Luz y con ella El Movimiento y El Tiempo, después produjo El Desorden para poder crear y creó a El Verbo otorgándole un Potencial Creativo equivalente al suyo.

Nuestro Padre estableció cuatro niveles de existencia con potencial creativo de acuerdo a lo siguiente:

El de Nuestro Padre (que incluye a El Verbo)

El de los Seres de Luz (Obreros y Soplos de Vida)

El de los Arcángeles (Obreros Materializados)

Y el de los Humanos (Seres materiales animados por un Soplo de Vida)

El Verbo fue el encargado de crear a los obreros y entre ellos me creo a mí.

Todos recibimos Libre Albedrío, Memoria Individual y Potencial Creativo.

Nuestra razón de ser fue La Creación Universal y para cumplir ese cometido fuimos integrados a algo que ahora llamamos El Taller de la Creación pero que entonces no requirió de etiqueta alguna.

Al inicio nuestra única tarea fue producir materia a partir de partículas de luz que amontonamos en un lugar de la nada, hasta que era tanta que se empezó a calentar por la presión generada en su interior y explotó en ígneos destellos.

Fue así que guiados por la voluntad de Nuestro Padre creamos lo que llamamos el Supraentorno Mineral, que incluye planetas, sistemas solares, galaxias, nebulosas y espacios infinitos.

Usando el Supraentorno Mineral como receptáculo creamos dos supraentornos más, el Vegetal y el Animal.

En el Supraentorno Vegetal creamos seres con Génesis Biológica Diferenciada, Memoria Celular, Voluntad Incorporada y Capacidad Genitiva.

En el Supraentorno Animal, que incluye a los humanos, creamos seres con Libre Albedrío, Memoria Individual, Génesis Biológica Diferenciada, Memoria Celular, Voluntad Incorporada y Capacidad Genitiva; a los humanos se les dotó además de Potencial Creativo Diferenciado y de Memoria Colectiva, que hacemos residir en el Soplo de Vida que se les incorpora en un ventrículo del centro de su cerebro cuando aún están en el vientre de su madre.

Por tanto, los seres humanos tienen al igual que nosotros, Libre Albedrío, Memoria Individual y Potencial Creativo, pero además Memoria Colectiva, Génesis Biológica Diferenciada, Memoria Celular y Capacidad Genitiva; todo contenido en un cuerpo material que les permite dar a su individualidad una intensidad que nosotros solo podemos igualar cuando nos materializamos.

La materia humana es mortal, no así su Soplo de Vida que continúa animando nuevos cuerpos hasta que su desarrollo le hace elegible para permanecer en los espacios etéreos como obrero.

Está previsto que los soplos de vida que estando encarnados agredan gravemente a otro, tengan como sanción el dejar de ser, los crímenes que siempre tienen como consecuencia tal castigo son el genocidio y el abuso sexual de niños.

RECUERDOS TRASCENDENTALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora