PARTE II. CAPÍTULO XVIII. Guadalajara 1963

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   Los siguientes catorce años cuidamos de Juan Ignacio observando el equilibrio de su energía interna.

Como ni Xóchitl ni yo teníamos experiencia previa con esa técnica tuvimos que consultar con otros que ya la habían usado; en realidad es algo sencillo y consiste en el monitoreo del flujo y equilibrio de la energía interna de una persona, de tal manera que cuando se modifica el flujo o hay desequilibrio se hace una visita para evaluar el problema.

Juan Ignacio entró en desequilibrio varias veces, pero nunca de tal manera que corriera el riesgo de extraviar el camino de su desarrollo y siempre pudo arreglárselas solo.

Estudió la secundaria en Cuernavaca, después ingresó al noviciado de la Compañía de Jesús en Guadalajara desde donde visitó a su padre anualmente.

Terminó sus estudios y se preparó para ordenarse en 1963. Ese año su energía interna entró en crisis y decidimos darle un estrecho seguimiento.

Había sido nombrado asistente de finanzas del administrador de las empresas de la Compañía de Jesús en el centro del país, con el especial encargo de elaborar los estados financieros de una planta de elementos prefabricados para la construcción de casas de bajo costo.

Lo encontramos solo y compungido en la capilla del seminario, sumido en pensamientos que de inmediato hurgamos.

- Cristo ilumíname -pedía mentalmente-, Cristo perdóname pero ya no creo estar en el camino correcto, servir a la grey siguiendo tu ejemplo es difícil pero gratificante, servirte como lo estoy haciendo me crea mucha angustia y temor. ¿Cómo es posible que importe más el dinero que la obra?

Se refería a la compra de acciones de una constructora que se había realizado con el dinero que estaba presupuestado para un programa de becarios y dos orfanatos.

Para entender lo que sucedía recuperamos de su memoria los detalles de una conversación que acababa de sostener.

- Para cumplir con nuestra misión pastoral necesitamos tener éxito en la generación de riqueza material en el largo plazo –Escuchó decir a su superior-, para hacer el bien se requiere dinero y para hacer dinero se requiere tener la cabeza fría.

Y él había replicado.

- Para mostrar el camino de Cristo la iglesia debe poner el ejemplo, siempre que la iglesia ha priorizado el bienestar sobre el bien ser, se ha desviado de su propósito y a propiciado cismas.

- No pretenderás sugerir que no sé de historia, te sugiero que realices un ejercicio de humildad y no quieras enseñarme la manera de hacer mi tarea, la Compañía de Jesús ha demostrado por siglos la eficiencia de su operación a pesar de los errores de la jerarquía temporal de La Iglesia y de los seglares que dicen protegerla.

- Eso lo sé padre, lo siento, tiene razón, tengo que revisar mis pensamientos, perdóneme y olvide lo que dije.

- Ve con Dios hijo y no olvides seguir diciendo lo que piensas, es la única forma de encontrar la verdad.

Todo eso recordaba Juan en la soledad de sus reflexiones, diez minutos después se incorporó ya algo tranquilo y mientras salía de la capilla masculló entre dientes.

- No me puedo quitar la sensación de que me están queriendo agarrar de su pendejo.

Un compañero y amigo que lo vio salir de la capilla se apresuró para alcanzarlo y decirle con el mesurado tono obligado entre esos muros.

- ¡Que bueno que te veo! - , ¿te inscribiste al simposio?

- Sí claro en eso quedamos, ¿tú no? –Respondió Juan Ignacio-

RECUERDOS TRASCENDENTALESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora